Mini Review – Ghost in the Shell: El alma de la maquina

Mini Review…por César del Campo de Acuña

Ghost in the Shell: El alma de la máquina (Ghost in the Shell – 2017)

Si son lectores habituales de cincodays.com, ya sabrán que no soy un gran aficionado al Manga y al Anime. Cuando me tuve que subir a ese tren estaba demasiado ocupado con el WarHammer primero y con el baloncesto después. Con esto quiero decir que no esperaba la adaptación cinematográfica de Ghost in the Shell como agua de mayo ya que ni siquiera había visto la versión animada que, al parecer, volvió tarumba a medio mundo allá por 1995. Me plantee ver el film dirigido por Mamoru Oshii antes que la adaptación orquestada por Rupert Sanders (su segundo largometraje tras la mediocre/discreta Blancanieves y la leyenda del cazador) pero preferí llegar limpio de referencias e influencias a la cinta protagonizada por Scarlett Johansson aun sabiendo que la original no causaría el mismo efecto en mí, hoy por hoy, que el que hubiera causado en una impresionable versión de mí mismo de 14 años de edad.

Bien ¿y que me encontré? Pues una entretenida cinta de ciencia ficción y acción visualmente apabullante gracias a un cuidado diseño de producción influenciado claramente por el ciberpunk. La trama gira entorno a como la compañía Hanka Robotic ha logrado crear el hibrido perfecto entre hombre y maquina al lograr trasplantar un cerebro humano a un cuerpo robotico. El resultado es La Mayor, un activo/arma de la empresa que forma parte de la Unidad de Elite Sección 9, un grupo operativo de elite dispuesto para acabar con los peores criminales. Entonces, altos cargos de Hanka Robotic empiezan a ser asesinados por un misterioso terrorista capaz de hackear cualquier máquina. La Sección 9 se pone a investigar y a luchar contra quien se encuentra tras estos atentados descubriendo una trama que pone en tela de juicio el pasado de La Mayor y a la propia Hanka Robotic.

Como ya he mencionado con anterioridad, lo primero en lo que fije mi atención fue en el aspecto visual del film. Los planos aéreos de la ciudad, tanto a plena luz del día como en noche cerrada, son increíbles. Ricos en detalles y verosímiles en el mundo en el que trascurre la acción. Esto último, que puede parecerles una tontería es importante, ya que, aunque no lo crean en ocasiones elementos relativos al diseño de producción resultan extraños en según que films por no casar con lo que se presenta al público. Por otro lado, entrando en el amargo debate de si este actor o esta actriz merecen este o aquel papel, debo decir que Scarlett Johansson se ha destapado como una opción terriblemente sólida como protagonista de films de acción/ciencia ficción (algo que ya pudimos ver en la sorprendente Lucy en 2014). La intérprete quizás no exuda un alto grado de frialdad en su interpretación de una máquina, pero su rictus serio y confuso construye un personaje creíble en la trama que cabalga. El resto del reparto resulta correcto a pesar de las muecas de Peter Ferdinando.

Otro elemento que me gustó mucho fue la banda sonora. Acompaña a la acción sin restar protagonismo a la misma. Se mueve en un tono trágico que sienta muy bien al apartado visual construyendo climax anticlimáticos sorprendentes e idóneos para la narración. Este último elemento citado, el que corresponde a Rupert Sanders, no decae gracias a un ritmo correcto que desvela siempre, lo justo y necesario, para hacer avanzar la trama. No entrare en la polémica de si Ghost in the Shell: El alma de la maquina habrá defraudado o no, a los que si vieron el film de 1995 ya que no tiene sentido alguno al no haberme expuesto a la obra de Mamoru Oshii en aquel momento y con la predisposición altamente favorable de todos aquellos que saltaron al vagón del Manga/Anime en la década de los 90. Si diré que, como película, Ghost in the Shell: El alma de la maquina cumple, sobradamente, con su capacidad para entretener y eso es lo único que, en este caso, tengo en cuenta.