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MiniCuento XXI: El refugio

Publicado el 25 marzo 2014 por Anilibro @anilibro

Todos tenemos un lugar favorito (o varios) a los que acudir de vez en cuando para evadirnos. En este MiniCuento exploramos el de una persona normal, como tu o como yo. Espero que os guste:

MiniCuento XXI: El refugio

Estaba tumbado sobre la ligeramente húmeda tierra de la loma. La altura de la hierba era tan alta, que desde su posición, solo podía ver el cielo y las ramas del nogal que tenía a su derecha. Sus hojas se balanceaban con suavidad, acariciadas por la fresca brisa que llegaba de las nevadas montañas del norte. Los tibios rayos de sol del mediodía incidían sobre su rostro provocándole una agradable somnolencia. Solo el crujido de alguna rama vieja, que se mecía por el ligero viento, rompía el silencio de la tranquilidad infinita que sentía.

Aquí se vaciaba su mente. Sentía como todos los problemas se diluían en el interior de su cabeza y salían al exterior de alguna esotérica forma, perdiéndose entre la brisa y la hierba. Como sueños ya olvidados cuando se despierta el durmiente saciado. Las manos sobre su pecho subían y bajaban al ritmo de su profunda respiración. Era un alivio notar como el aire en sus pulmones se renovaba por uno limpio.

Había visitado muchos lugares en su vida alrededor del mundo, pero solo aquel era SU SITIO. Era allí donde se refugiaba cuando era tanta la presión, que estaba a punto explotar. Llegar a él solía ser un camino arduo y variable. A veces unos segundos, otras varias horas. Le gustaba aquel lugar, siempre imperturbable. Su refugio interior que creaba en su mente cuando cerraba los ojos y se relajaba lo suficiente.

Cuando volvía a la cruda realidad, siempre se preguntaba lo mismo ¿la próxima vez conseguiría llegar de nuevo? Y si no lo conseguía, ¿que sucedería?

FIN

Imagen: Sun Surfer

Nos leemos en el siguiente capítulo.

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