La caída de un rayo puede ser hipnótica, pero tan rápida que no da tiempo de apreciarla. Por eso, calmamos un poco las cosas para que puedas disfrutarlo.
Los rayos han sido símbolo de dioses y muchas otras cosas durante mucho tiempo. En la antigüedad le veneraban y le temían. Ya en los tiempos que corren, sabemos un poco más sobre ellos, y aunque aún falta mucho por descubrir, sabemos que no son ni dioses ni símbolos de desgracia.
Existen varias hipótesis de como un rayo se produce. Esto es aún es un tema de debate dentro de la comunidad científica. Algunos piensan que ocurre por la separación de dos cargas eléctricas, ya sea por inducción o polarización y que son ocasionados por perturbaciones atmosféricas que van desde viento, humedad y presión, hasta viento solar y acumulación de partículas sobrecargadas. En lo que si concuerdan todos los investigadores es que el hielo es el componente clave en el proceso.
Como dato curioso, los rayos pueden aparecer también en las nubes de ceniza de las erupciones volcánicas y hasta en incendios forestales lo suficientemente violento como para generar polvo capaz de crear carga estática.
Los rayos se mueven a velocidades enormes. Aunque la luz que observamos se sigue moviendo a la velocidad de la luz, el rayo se mueve a su propia velocidad mientras traza su camino hacia otra nube o hacia la tierra. Esta velocidad es bastante alta, pero lo suficientemente baja como para verla a través de una cámara de alta velocidad.
En este video, se ha filmado una tormenta eléctrica en Dakota del Sur con una cámara de hipervelocidad, filmando a 2.000 cuadros por segundo, disminuyendo así a una velocidad más manejable los casi 360.493 Kilómetros por Hora a los que se mueve nuestro amigo el rayo.
Disfruta del espectáculo, preferiblemente en alta definición.
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