El pasado sólo tiene la energía que le hemos puesto al recuerdo, a través de las emociones que lleva impreso.
Vibramos en la frecuencia de la emoción que provoca el recuerdo; tristeza, alegría, miedo, amor, etc, pero evidentemente no con la misma intensidad que en aquel momento pasado.
Por lo tanto, es difícil por no decir imposible que, aunque queramos, podamos conectar al 100% con ningún evento del pasado, bueno o malo.
Y es que el pasado al final siempre es como una foto antigua, va perdiendo el color y la luz con la que se hizo.
Es por eso que NO PODEMOS MIRAR AL PASADO CON LOS OJOS DE HOY