Mis herramientas para organizarme

Hace unas semanas escribía un post en el que compartía contigo lo fácil que me resulta desorganizarme y perder el hilo de la productividad en los momentos de picos de trabajo intenso, o cuando la vida se complica por algún motivo inesperado. Hoy te voy a contar un poco cómo estoy intentando que esos momentos cada vez sean menos y que el día a día vaya fluyendo con una cierta comodidad.

Toda la vida me ha gustado mucho escribir listas de todo tipo, llevar agenda y apuntar tareas y cosas importantes. Ya desde que era estudiante cumplía con todos mis plazos y era raro en mí olvidar algo o no llegar a tiempo. Pero también he tenido siempre la sensación de vivir en una maraña mental y me veía gastando mucha energía en pensar qué era lo siguiente que tenía que hacer, como si no fuese algo natural en mí. Sobre todo cuando los proyectos se empezaron a agrandar y una simple lista ya no me llegaba.

En ese momento empecé a investigar distintas formas de organizarse. Algunas dependían de aplicaciones digitales. Otras trabajaban el tema de las prioridades, la organización por objetivos y la simplificación del proceso. Luego llegaron, o volvieron, las listas hechas a mano y los cuadernos, lo cual me supuso un interés añadido, por el contacto con el papel y la tinta.

Después de probar varios sistemas por separado durante algún tiempo, finalmente me he quedado con lo que más me gusta de cada uno, que son estos tres:

el GTD (Getting Things Done): de este sistema de organización ya os hablé en esta entrada y en ésta, cuando empezaba a descubrirlo. En estos momentos lo utilizo con la aplicación Wunderlist, en el móvil y en el ordenador. De él me quedo con los siguientes usos:
- el concepto de bandeja de entrada, ese lugar donde guardo cada idea o dato que me viene a la cabeza, que luego archivaré en su lugar correspondiente,
- la división de los proyectos en tareas con fechas asignadas,
- la organización de las tareas periódicas, para que no me ocupen espacio en la mente y aparezcan solo cuando tienen que aparecer (solo tareas, ya que las citas las gestiono con el calendario digital)

el Bullet Journal: ha sido el descubrimiento de este año. Supongo que lo conocerás, porque se ha puesto muy de moda. El caso es que yo lo he ido puliendo en este tiempo y me ayuda mucho a organizarme un poco a más largo plazo. De él me quedo con:
- la planificación mensual,
- la planificación de la semana,
- las colecciones, listas, cosas que quiera dejar agrupadas,
- el diario, pero no para organizar las tareas del día, que eso lo hago con el Wunderlist, sino como diario escrito.

En las fotos aparece el Bullet Jornal del 2016, que, aunque no acabé, decidí jubilar y cambiarlo por lo que te cuento a continuación.

el Traveler’s Notebook y las carpetas de anillas: el primero es el formato de encuadernación que he elegido para mi Bullet Journal en este 2017 y que también tengo en versión pequeña, para llevar en el bolso. Consiste en una cubierta de cuero que se rellena con cuadernos que se pueden intercambiar. Los míos son de la tienda de Etsy de Wasel Wasel, están hechos a mano y son preciosos. El grande, que me tiene enamorada, te lo enseñaré otro día, porque cuando hice las fotos aún no lo tenía conmigo. Y finalmente organizo toda la información que apunto, la organización de la tienda, del blog, los apuntes de los cursos, etc, en las tradicionales carpetas de anillas con separadores. Les he dado un toque personal con fundas que he hecho yo misma, así que estoy segura que nadie tiene nada igual ;)

Además de estas herramientas, no podría vivir sin el calendario de iCal/Google, Evernote, y últimamente estoy probando Trello y Onenote, aunque me gustaría quedarme solo con una aplicación de todas estas.

El sistema tiene que mejorar en algunos puntos y sé que lo va a hacer. Evolucionará conmigo y con mis necesidades y hasta con mis caprichos, pero eso es lo más divertido ¿no? Si te apetece saber algo más, no te cortes y pregunta.

¿Y tú, cómo te llevas con la organización? ¿Has sucumbido también a la vuelta de las agendas en papel, o lo digital en realidad nunca fue lo tuyo?