Revista Opinión

Mis hijos de soltera

Publicado el 26 julio 2013 por Cronicasbarbaras

Si una mujer homosexual o que rechaza a los hombres quiere tener hijos, adelante, que se embarace, pero no a costa de quienes cotizan a la seguridad social destinada a atender enfermos.

Que paguen por tener herederos sin cargarnos a los demás sus hijos de soltera, como se decía antes de los padres que se desentendían de ellos, y menos aún que tengamos que sostener a madre e hijos muchos años.

Las feministas radicales protestan con violencia verbal contra el Ministerio de Sanidad porque propone abonar solamente los tratamientos de fertilidad a las mujeres infértiles, sean solteras, casadas, viudas o de la característica familiar o sexual que sea.

Las feministas radicales fértiles quieren entrar en esos grupos para que usted y yo abonemos sus tratamientos para tener hijos: exigen la carísima inseminación artificial, cuando pueden quedar embarazadas con hombres en un par de minutos.

¿Qué no desean cruzarse con machos como las heterosexuales? Muy bien. Pero ni usted ni yo tenemos por qué pagar sus preferencias o repulsiones sexuales.

No quiero pagar los hijos de nadie que por preferencia sexual rompa caprichosamente la regla demográfica que sostiene los gastos sociales, según la cual para que haya niños deben existir dos cotizantes, al menos.

Bastantes excepciones hay ya, algunas poco lógicas, para añadir esta, sólo asumible en países con el doble de nuestra renta per cápita.

El feminismo insolidario exige que subvencionemos sus caprichos. E igualmente, cuando los hombres quedemos embarazados, que todo llegará, habrá tipos que exijan que les sufragaremos ese embarazoso antojo.

Mientras, recordemos a los verdaderos enfermos. En toda España están en listas de espera para ser atendidos, por ejemplo, de cáncer o alzhéimer.

La seguridad social existe para ellos, no de Espíritu Santo para embarazar vírgenes.

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SALAS

EL TREN


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