Revista Viajes

Mis impresiones en marruecos

Por Maribelium @maribelium

MIS IMPRESIONES EN MARRUECOSKasbah en el valle del Dadés
Estuve las pasadas Navidades en Marruecos, en la zona del sur, pasando por lugares como Ouarzazate, el valle del Draa, el valle del Dadés, las gargantas del Todra, las dunas de arena dorada de Merzouga, etc. Todo me pareció una maravilla. Os dejo por aquí alguna foto, para compartir un poco del viaje con vosotros.
Desde que pasé unos años viviendo en Marruecos (de los 15 a los 18 años), este país me ha cautivado. Es un país cercano, que para muchos es lejano, por desconocimiento. Está ahí, cruzando el estrecho en media hora de barco, pero mucha gente de España no ha estado ahí, e incluso expresan temor cuando digo que voy por allí de vez en cuando. Hay tantos prejuicios, estereotipos, ignorancias en medio de la percepción objetiva de un país como este, que incluso a mí, que he conocido mucho del país y de sus gentes, me resulta con frecuencia difícil transmitir lo mucho que me aporta y me han aportado este país y sus gentes. Me planteo cuanto más difícil será para una persona de Marruecos que viene a España a buscarse la vida y se encuentra con muchas actitudes hostiles o faltas de respeto.
MIS IMPRESIONES EN MARRUECOSDunas de Merzouga
Recuerdo entre mis primeras impresiones, a mis compañeros del instituto español de Tetuán, que me recibieron con los brazos abiertos, me enseñaron la ciudad, se turnaban para invitarme a merendar y se mostraban siempre dispuestos a ayudar. Entre ellos había musulmanes, judíos, cristianos o no cristianos, viviendo con mucha armonía y mostrándose todos igualmente amables y simpáticos conmigo. Allí descubrí más sobre el compañerismo, la hospitalidad, el saber compartir, el humor, la amistad, etc. Ya podíamos aprender un poco de todo esto por aquí, sobre todo cuando vienen por aquí y no se les trata bien.
Sé que no olvidaré nunca a las personas con las que compartí esos años. Ellas son en parte responsables por mi cariño a este país. Con todos ellos descubrí en directo, como aprender a vivir en lo que nos unía. Fueron tantas cosas, que son difíciles de expresar, pero sí quiero dejar algo dicho en homenaje a ellos.
Después, unos 20 años más tarde, hubo un reencuentro con amigos de entonces, que me hizo revivir emociones y sensaciones muy agradables, volviendo a esa comunión entre personas, culturas y religiones tan bonita y espontánea. ¿Por qué no pasa esto en nuestro mundo más habitualmente? ¿Por qué hay tantos prejuicios entre diferentes partes? ¿Por qué los humanos no aprendemos a comprendernos y respetarnos mejor? Son preguntas difíciles de resolver.
MIS IMPRESIONES EN MARRUECOSAit Ben Hadou (ahí se han rodado películas como Gladiator)
 Ahora, después de mi último viaje, en esa tierra mágica del sur de Marruecos, me surge expresar mi satisfacción una vez más con múltiples detalles. Con las personas (a pesar de que algunas vivan picarescamente), con la belleza de los lugares, de las luces, con las comidas, con la buena educación, etc. Por ejemplo me dejaron gratamente sorprendida los guías del campamento bereber de jaimas (tiendas de campaña de los nómadas de por allí), que se acercaron en la cena a charlar con nosotros muy curiosos porque yo hablo algo de árabe. Fueron muy amables y simpáticos al preguntar y lo mejor fue conocer tan directamente a personas que sobreviven, haciendo varias cosas a las mil maravillas. Todos y cada uno de ellos hablaban unos 10 idiomas (me consta que el español, el italiano, el francés y el inglés, de maravilla), eran conductores y adiestradores de camellos, excelentes cocineros, guías turísticos, guardianes del campamento y encima excelentes músicos y bailarines. Nos dieron un excelente espectáculo de música y baile, después de la cena. ¿Podríamos hacer todo esto cualquiera de nosotros desde nuestro mundo de comodidades?
MIS IMPRESIONES EN MARRUECOSValle del Draa (maravilloso oasis)
También me sorprendió, su perplejidad con que ahora, ya no pueden ir de nómadas por el norte de África por las fronteras y no entienden eso de tener “papeles”, pues como bien dijo único sería un “beduino de plástico”.
MIS IMPRESIONES EN MARRUECOSEl beduino conductor de mi camello.
Tenemos mucho que aprender de esta gente que sabe sobrevivir sin “papeles”, sin cuenta bancaria, sin tarjeta de crédito, sin seguridad social, plan de pensiones o hipoteca, etc. Y lo más sorprendente no es esto, sino su espíritu alegre, su confianza en la vida, su capacidad de adaptación. Realmente me siento un poco inútil cuando pienso que no sé si sabría vivir de esta manera, o con menos cosas de las que tengo. Gracias a ellos, la vida me dio una lección más. Marruecos y sus gentes me enseñaron más de la vida, del espíritu, de saber vivir.
Gracias, hermanos marroquís, una vez más.

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