Revista Vino

Mis mejores de los mejores de Peñín

Por Jgomezp24
Los responsables actuales de la Guía Peñín tuvieron la amabilidad de invitarme, detalle que agradezco con sinceridad, al XII+I Salón de los mejores vinos de España según la puntuación de su Guía. Sobre ésta no repetiré lo que ya dije en su momento porque nada ha cambiado. Pude estar en el Palacio Neptuno de Madrid probando, conociendo, reconociendo y, también, descubriendo nuevos vinos. Estuve en la cata de cepas raras (entiendan "raras" por "escasas" en su producción) y no estuve en la de la selección de los vinos mejor puntuados de la Guía 2013 (que la comunicación de la empresa calificó de "privada"). Puesto que, aunque algunos no se lo crean, esto no es un medio de comunicación convencional, no daré detalles de lo que, sin dudas, fue un éxito de convocatoria. Escrito está. Fue tal el éxito, y tan desbordante para el local elegido (es un sitio ideal para, más o menos, la mitad de mesas, bodegas y asistentes), que me fue imposible probar todo. Lo digo porque voy a proponer algunos apuntes sobre aquello que a mí me pareció más destacado del Salón, pero que nadie se sienta ofendido o ninguneado. Era imposible probarlo todo en día y medio y con 3000 personas que, más o menos, pretendían lo mismo que yo.  Descarté, pues, aquello que tengo más por la mano y, por qué negarlo, aquello más comercial y que menos me interesa. Me dediqué a lo que más me apetecía y a lo que desconocía. Incluso de aquello que más me apetecía, algo se quedó en la botella (¡lo siento, Sebio!).
Sigo el orden del número de las mesas, que fue el de su inscripción en el Salón. No había ordenación por tipos de vino o por DOs. Tuve suerte: uno de los primeros fue, al final, de los que más me gustó. Domaines Lupier, de Enrique Basarte y Elisa Úcar (DO Navarra), demuestra que la garnacha en San Martín de Unx tiene mucho que decir. Su El Terroir 2009 me pareció un buen vino que tiene que ir a más, una garnacha  a seguir por muchos años. No descubro nada si digo que Celler Batlle 2001 de Gramona es un cava extraordinario, uno de los mejores vinos del Salón, con una energía y una frescura apabullantes. Con un porcentaje alto de macabeo (30%), se hace más larga la espera del Turó d'en Mota 2001 (100% xarel.lo), que todavía reposa en la bodega de Recaredo, mientras su hermano pequeño (2002) está ya en el mercado.  De Bodega Marañones (Vinos de Madrid) me gustan hasta los andares y sus maneras, la discreción de sus vinos (también en el color) y cómo ofrecen a su garnacha un saber casi borgoñón. Su Marañones 2010 (100% garnacha en suelos elevados, graníticos y arenosos) me pareció el más destacado, mientras que su albillo sufre todavía de los males de la madera y de una larga fermentación. Paciencia. Del Selecció Especial 2009 de Ferrer Bobet (DOQ Priorat) ya he escrito varias veces. El primer gran vino, en mi opinión, de esta bodega. Vivirá muchos años y dará largas horas de placer. Pero no pierdan de vista, por favor, su Ferrer Bobet Vinyes Velles 2010, un vino con un 30% de garnacha y un gancho y sutileza enormes.
Guía Peñín
Con los vinos de Olivier Rivière me pasa como con Marañones: me gusta hasta cómo te explica las cosas. En esta ocasión, y a falta de su albillo (que me parece sobresaliente), me quedo con el impacto de su El Quemado 2010, un vino de uno de los cinco pagos que Olivier maneja en Covarrubias (DO Arlanza), una tinta del país con una energía de vértigo. De Recaredo, el Reserva Particular 2002 BN apunta maneras de gran cava, pero ahora el que está más en forma es el Brut de Brut BN 2004: tiene que ser uno de los grandes vinos de los próximos meses. Tres vinos grandes me llegaron también de la DO Cava. Y me demostraron, una vez más, que hay que ir a los sitios como el Salón de Peñín,  porque uno nunca lo conoce todo. Ni tan siquiera de aquellos que cree conocer mejor. Raventós i Blanc es la bodega y su colección de tres añadas de larguísima crianza, la gran idea de Pepe Raventós. Manuel Raventós 1998-1999-2000 una junto a la otra, con una proporción no menor de parellada (parecía casi profecía entre los expertos decir que la parellada no puede envejecer bien...), entre el 25 (1999) y el 40% (1998) y un apunte de chardonnay (entre el 5 y el 10%), más las otras dos variedades clásicas. 1999 me pareció el mejor en estos momentos, un vino único, a la altura de los grandes cavas de larguísima crianza, y con sólo un 25% de xarel.lo...
Poco voy a decir de Terroir al Límit (DOQ Priorat). Ustedes pensarán que no hago más que hablar de amigos en este post. Y es cierto, pero ésa es mi suerte. Dejando de lado el detalle, siempre digo lo que pienso de lo que bebo y en esta ocasión el Torroja Vi de Vila 2010 mostró una tacto y unos aromas que lo convirtieron en una de las mejores garnachas de un Salón que, a ratos, parecía casi un Festival de la Garnacha. Así siguió la cosa con Bernabeleva (Vinos de Madrid) y su garnacha de la Viña Bonita 2010, un viñedo a 700 metros con cepas de 80 años. Una maceración larga y un alcohol alto (15% declarados) no ocultan una fruta preciosa. Una persona que está encontrando su punto de intimidad con la cariñena es Alfredo Arribas. En su Clos del  Portal (DOQ Priorat) hace ya cosas bonitas. Su Tros del Clos 2009 (servida en mágnum gana enteros), con 14% y 100% cariñena es un vino que muestra una gran finura y un momento bueno. Y la inmensa mayoría de priorats del 2009 no están todavía ahí. El maestro de la tempranillo, Juan Carlos López de Lacalle (Bodegas y Viñedos Artadi, DOC Rioja), vuelve a dar una soberbia muestra de templanza y de saber hacer con sus pagos desgajados del Pagos Viejos. Desde el primer día que pude probar El Carretil aislado de sus hermanos supe que era mi tempranillo de referencia. Y El Carretil 2010, en mi opinión, sigue ahí, en lo más alto de la uva más emblemática.
Termino ya. No podía ser de otra manera...Dos de los tintos que más me gustaron eran gallegos. Los probé en la cata de cepas escasas, muy bien llevada por José Peñín y Carlos González. Los dos vinos son bien conocidos para los amantes de esta tierra pero conviene airear de nuevo sus nombres y cualidades. De Bodega Algueira (DO Ribeira Sacra), el Merenzao 2010 me parece un vino superior. Suelos de pizarra, bancales sobre el Sil mirando al sur, raspón y pisado a pie (el dolor lleva a la excelencia), larga maceración y crianza en roble francés, sus taninos son finos y ligeros, su alma es pura fruta y su destino es la mejor mesa, tanto da si le pones un pulpo, como una empanada, un besugo o una perdiz. No se queda atrás, aunque ese día estaba algo cerrado (son dos años de diferencia y una crianza mucho más larga, de 18 meses y sin filtrar), el Brancellao 2008 del Dominio do Bibei. Ácido, fresco, ligero, aromático, expresivo, de trago largo. Para espíritus sedientos que gustan de beber territorio y comer con él.
Quien quiera completar estas notas, encontrará útiles los comentarios de Vicente  y de Mariano.

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