Misfits

Desde hace mucho, Inglaterra ha tenido una importante tradición de series de televisión. Esto se nos ha demostrado constantemente, ya que podemos encontrar verdaderas maravillas en la televisión inglesa. Una de estas últimas genialidades que nos llegan por este lado europeo es sin lugar a duda Misfits. En Misfits se nos presenta a un grupo de jóvenes inadaptados que, por haber cometido algún que otro delito, han sido condenados a realizar equis horas de servicio a la comunidad. Durante su primer día de castigo estalla una extraña tormenta que les confiere una serie de poderes sobrenaturales.
Misfits no es el estudio de los poderes en cada uno de los miembros del curioso grupo, sino que lo importante de la serie radica en los propios personajes y en su evolución. Está el tímido del grupo, Simon; la ligera de cascos, Alisha; la niñata, Kelly; el atleta, Curtis; y el gracioso, Nathan, posiblemente el mejor del plantel.

No obstante los poderes de cada uno ilustran bastante bien la personalidad de cada uno, y los problemas que tiene como joven que es. De esta forma Simon y Alisha tienen poderes complementarios pero que degeneran en el mismo problema: la soledad. Simon se hace invisible, y Alisha cada vez que toca a alguien, éste siente la necesidad imperiosa de acostarse con ella. Kelly puede leer las mentes, pero solo escucha cosas malas sobre ella, le preocupa lo que digan de ella, la imagen que esté dando. Curtis es capaz de retroceder en el tiempo, por el miedo de cometer un error, el poder enmendar los patazos que cometa. De Nathan no comentaremos nada, ya que decir algo sería soltar spoiler.
Si hay algo bueno que se puede decir de esta serie es que tiene valor, tiene bemoles, ya que se atreve a reflejar la juventud de hoy día tal y como es. Los protagonistas, piensan en sexo y lo practican, beben y toman drogas, son desagradables y tienen mal humor. Los actores están perfectos en sus papeles, soportando escenas y situaciones bastante complicadas ya para un actor consagrado, y, ni que decir tiene para un principiante. El personaje que merece una mención especial es Nathan, es obsceno, divertido, ingenioso e insoportable. El papel de por sí ya da mucho juego, pero hay que saber congeniar con el personaje para poder llegar a realizar la gran actuación que nos regala Robert Sheehan.

Con grandes dosis de humor nos perfilan a esta nueva generación de jóvenes. Pongamos por caso una situación paradigmática que nos encontramos en el primer capítulo. Nathan va a un cuarto de baño público, encuentra que la puerta está rota totalmente, y todas las paredes manchadas de sangre, alguien ha sido brutalmente asesinado allí. Nuestro personaje mea tranquilamente y se marcha como si nada. Podemos tomárnoslo simplemente como que no se ha dado cuenta, pero también que estos jóvenes no se dejan impresionar tan fácilmente, que están mucho más inmunizados contra todo.
Para cerrar este análisis, quería terminar con un trozo del discurso que suelta Nathan al final del último capítulo de la primera temporada, que es toda una declaración de intenciones de lo que están intentando plasmar en esta serie: “Lo teníamos todo. La hemos cagado más fuerte y mejor que ninguna otra generación antes que la nuestra. Éramos preciosos, somos unos inútiles. Yo soy un inútil, y pienso ser un inútil hasta los veintimuchos o incluso hasta los treinta y pocos. Y me follaría a mi propia madre antes que dejar que esta o cualquier otra me quite eso”.