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Misión imposible: Protocolo Fantasma (Brad Bird, 2.011)

Publicado el 30 agosto 2012 por Rugoleor @rugoleor

Misión imposible: Protocolo Fantasma (Brad Bird, 2.011)

Misión imposible: Protocolo Fantasma (Brad Bird, 2.011)

Ficha:

Título Original: Mission Impossible: Ghost Protocol.
Director: Brad Bird.
Guionistas: Christopher McQuarrie, Josh Applebaum, Andre Nemec.
Intérpretes: Tom Cruise, Jeremy Renner, Simon Pegg, Paula Patton, Josh Holloway, Michael Nyqvist, Ving Rhames, Tom Wilkinson, Léa Seydoux, Vladimir Mashkov, Samuli Edelmann, Anil Kapoor, Michelle Monaghan, Anil Kapoor, Darren Shahlavi, Miraj Grbic, Ivan Shvedoff.
Productores: J.J. Abrams, Bryan Burk, Tom Cruise.
Fotografía: Robert Elswit.
Música: Michael Giacchino.
Montaje: Paul Hirsch.
Nacionalidad: Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, República Checa.
Año: 2.011.
Duración: 133 minutos.
Edad: 7 años.
Género: Acción, Aventuras, Suspense.
Distribuidora: Paramount Spain, S. L.
Estreno: 16-12-2.011.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 1.102.019.
Recaudación: 7.112.709,32 €.
Calificación: 6,307.

Sinopsis:

Ethan Hunt (Tom Cruise) y su equipo deberán correr en contra del tiempo para seguirle la pista a un peligroso terrorista llamado Kurt Hendricks (Michael Nyqvist), quien ha tenido acceso a los códigos de lanzamiento de las armas nucleares rusas y está planeando un golpe en contra de los Estados Unidos. Un intento del equipo de Hunt para detenerlo en el Kremlin termina en disastre, con una explosión que causa una destrucción severa del Kremlin y el involucramiento del IMF en el bombardeo, obligando al Presidente a invocar el Protocolo Fantásma, bajo el cual el IMF es clausurado. Indignado, Ethan y su equipo persiguen a Hendricks hasta Dubai, y luego a Mumbai pasando como fugitivos con tal de detener a Hendricks y limpiar el nombre de la organización.

Comentario:

Cuarta entrega de las aventuras del agente Ethan Hunt (Tom Cruise). Tras un atentado terrorista en el Kremlin, la Casa Blanca responsabiliza al IMF y decide declarar el Protocolo Fantasma: la disolución definitiva del comando de agentes especiales. Abandonado a su suerte, Hunt deberá confiar en un grupo de ex miembros forajidos del IMF para limpiar su reputación y evitar un nuevo atentado. Brad Bird (“Los increíbles”) deja a un lado el universo Pixar para debutar en una de las franquicias más rebosantes de adrenalina.

Crítica:

18-12-2.011 – JOSU EGUREN

El héroe dianético

‘Misión imposible 4: Brad Bird al servicio de Tom Cruise y J.J. Abrams‘. Una relectura de la nómina de directores elegidos por Tom Cruise para tomar prestadas las riendas de la franquicia imaginada para la televisión por Bruce Geller en los años 60 nos permite elevar conclusiones definitivas respecto a lo que puede dar de sí “Protocolo fantasma”.

Si Brian De Palma fue escogido por su habilidad para la imitación de los tonos ajenos (se maneja en los términos de la necrofilia cinematográfica) y a John Woo se le reclamó para que inyectase una violenta descarga de adrenalina coreografiada en el corazón de Ethan Hunt, el nombre de J.J. Abrams apareció en la lista para que se vinculase orgánicamente a un proyecto cuya morfología obedece al estado de forma de su superestrella. Todo pasa por Tom Cruise -que ahora descansa sobre el respaldo de la retro modernidad abramsiana-, de ahí que suponer que Brad Bird fuese a gozar de la libertad creativa de la que dispuso en “Ratatouille” o “Los increíbles” no obedece sino a una muestra de ingenuidad pasajera.

Con Brad Bird atado en corto, y aun así capaz de abrir ventanas fugaces a la imaginación escapista, “Misión imposible 4″ deviene en generosa exaltación del culto a un líder por el que pasan los años, un argumento coyuntural que le sirve al director para servir reflexiones (a menudo imperceptibles) que conectan con otros personajes de su filmografía que se mueven en la misma frecuencia. El vibrante macro espectáculo de “Misión imposible 4″ es -siempre a su manera- una hipérbole de los espacios de Teletienda de madrugada, un contenedor de escenas de riesgo que pedalean por nuestros músculos hipertrofiados. Que la cosa funcione depende de la comunión del espectador con un superhéroe dianético que trepa (sin dobles) por los muros del edificio más alto del mundo para demostrarnos que su fe le permite dominar la gravedad y escalar montañas cumplidos los cincuenta. Da miedo.

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