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El progresismo militante, en posesión de la ideología políticamente correcta, es capaz de los sesgos más radicales sin pestañear, perder su compostura y, mucho menos, sin dejar de arrogarse la tenencia de una verdad con mayúsculas. Así, la interpretación de la historia no puede ser más perversa: América, lejos de ser descubierta, fue invadida y saqueada; la celebración de la resistencia indígena tiene ese punto de carácter revolucionario que tanto agrada a los antisistema que no pueden vivir sin el sistema, o sea. Sin ser ningún experto en historia, me da la sensación de que, a día de hoy, el mundo occidental “saquea” a paises tercermundistas o emergentes a través de emolumentos precarios a los trabajadores, aprovechándose de determinadas condiciones políticas y sociales y contemplando desde la indiferencia, el estado de necesidad de tales poblaciones, mientras el progresismo militante pone velas a Aylan y se olvida, hasta enconces, claro, de los miles de chiquillos que mueren de hambre o de falta de medicación en tantos países. En otro orden de cosas, los romanos invadieron España -¿o la descubrieron?- colonizándola -¿o saqueándola?- siendo a día de hoy, herederos de sus costumbres y hasta de su lengua. ¿Debemos celebrar el día de la resistencia a la invasón romana?. ¿Existe ese día?. La historia está cuajada de invasiones repetidas -¿o de descubrimientos?- en las que era costumbre matar a los varones del pueblo colonizado y violar a sus mujeres, algo que sucedió a lo largo de muchos siglos. Uno, confiado aún en el carácter primariamente bondadoso de la especie humana, confía en que el devenir de los años nos haya hecho más civilizados que otrora, pero no me parece ni medianamente de recibo, el cartel que ilustra la entrada de hoy. La mayoría de países latinoamericanos heredaron la cultura y el progreso de la colonización española, portuguesa y sajona, que en aquellos años, era tecnológica y culturalmente, muy superior a la que tenía una población indígena que, por los motivos que fuese, no progresaron en la misma medida que el mundo occidental a lo largo de junos cuantos siglos.