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Modos heroicos

Por Joseluisp

Modos heroicos

Es interesante ver cómo cambia nuestro comportamiento cuando nos encontramos en situaciones de riesgo. En los momentos en que todo marcha bien nos es relativamente fácil entendernos con los demás. Sin embargo, cuando las cosas se tuercen entonces cambian nuestras dinámicas de comunicación y de relación.

David Kantor nos recuerda que en los momentos de alto riesgo nos enfrentamos a diferentes demandas al mismo tiempo. Así, mientras intentamos acercarnos a los demás queremos mantenernos íntegros a la vez que hacemos frente a la ansiedad del conflicto. En toda esa confusión nos quedamos atrapados en objetivos, lealtades o intereses que se contradicen entre ellos. En este dominio nuestro lenguaje cambia a la forma emocional y en nuestro comportamiento se manifiestan los símbolos y mitos del mundo de los héroes y de los villanos.

Kantor define tres modos heroicos desde los que experimentamos la vida e interactuamos con los demás en las situaciones difíciles. Son el sobreviviente, el remediador y el protector.

Los sobrevivientes son personas que se muestran imperturbables ante las dificultades. Su modo heroico consiste en reprimir sus sentimientos de enfado para mantener la cortesía y el buen humor. Prefieren sufrir en silencio, pues no quieren exponer su vulnerabilidad a la mirada de los demás. Para ellos el dolor es menos agudo en solitario, cuando no están visibles. Su lema es aceptar y aguantar. Por ello, en su versión más oscura, el sobreviviente abandona la causa para retirarse en solitario a experimentar su dolor y sus emociones.

El remediador actúa desde la consigna de resolver y triunfar. Es el héroe que resuelve todos los problemas y que lo arregla todo para restaurar la armonía perdida. Es una fuente inagotable de energía, de conceptos, de ideas y de respuestas. Está tan orientado a las metas y resultados que es capaz de resolver cualquier problema por muy imposible que parezca. La gente que está a su alrededor tiende a sentirse tan segura y tan protegida, que ven en el héroe como un modelo de inspiración con el que alinearse para su causa. Su lado oscuro, sin embargo, se revela en los momentos en que el héroe pierde su poder, en ese momento tendrá que recurrir a otros medios, algunos menos heroicos, para conseguir atraer seguidores a su causa.

El héroe protector no se queda cruzado de brazos ante el sufrimiento propio ni ajeno. Es una persona empática que identifica el dolor en los demás y en sí mismo. Los protectores se erigen como portavoces de los desfavorecidos e intentan que se resuelvan sus problemas. Su lema es proteger y sufrir. Sin embargo, cuando se manifiesta su lado oscuro se declaran incapaces de evitar su propio sufrimiento y pasa a adoptar el papel de víctima, olvidando en qué medida son también responsables de su situación.

Cada uno de nosotros adoptamos estos modos heroicos en las situaciones de riesgo. En algunas ocasiones lo hacemos desde su lado luminoso, en otras desde su lado oscuro. No son formas puras, pues podemos utilizar diferentes modos en diferentes circunstancias.

Si alguna vez se preguntó si usted es un héroe la respuesta es afirmativa. Enhorabuena, el héroe que le acompaña desde nuestros símbolos y desde nuestros mitos se encuentra en su interior. Y se manifiesta cada vez que se enfenta a una situación complicada.

Nota

Puede conocer más sobre los modos heroicos en el artículo de David Kantor y Steven Ober que Peter Senge incluye en La Danza del Cambio. Está publicado por la editorial Deusto.

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