Revista Cultura y Ocio

Mónica Gutiérrez Artero ('Serendipia'): "El noviembre de Kate"

Publicado el 12 noviembre 2019 por Juancarlos53

'"Serendipia', nick utilizado por la escritora Mónica Gutiérrez Artero, quiere decir según la Fundación del Español Urgente (FUNDEU) "chiripa" o "carambola", términos que a mí, sólo oírlos, me dibujan una sonrisa en la cara. La autora de El noviembre de Kate" quiere, según confiesa en su blog, que los lectores nos demos a veces un respiro, que escapemos del mundanal ruido en que estamos inmersos y disfrutemos, aunque sea de chiripa, de unos momentos de relax. Exactamente eso es lo que yo buscaba tras mi densa, profunda, mística y metafísica lectura anterior. Y desde ya agradezco a 'Serendipia' la recarga de serotonina que me ha supuesto esta lectura.

Mónica Gutiérrez Artero ('Serendipia'):

Como me sucediera hace ahora exactamente un año llego de nuevo hasta Mónica 'Serendipia' de la mano de los Meses temáticos del blog "Libros que hay que leer" que con tanto tino y maestría administra Laky. Este mes de noviembre lo dedica dicho blog a la Novela de No Ficción y a la Novela 'Feelgood'. Y he elegido como novela feelgood la que escribiera la autora antes de "La librería del Señor Livingstone" que leí y reseñé el año pasado en estas mismas fechas.

Si no sabéis o no recordáis qué es el género o la tendencia novelística 'feelgood' no tenéis más que pasaros en este blog por la reseña que hace doce meses dediqué a la última novela por ahora de Mónica Gutiérrez, "La librería del Señor Livingstone". Allí señalo mi discrepancia con esa especie de equivalencia que puede colegirse de la expresión ' mes de la no-novela y novela feelgood'; equivalencia que en mi opinión no es tal como puede comprobarse leyendo las dos novelas con las que participo en la convocatoria de este mes de noviembre: la que a continuación comento y otra de no-ficción del novelista Ignacio Martínez de Pisón, "Filek: El estafador que engañó a Franco" cuya reseña realizaré con seguridad antes de que finalice el mes.

Kate es una muy buena chica, es buena gente, que diríamos. Durante el mes de noviembre de 2014 va a ver cómo su vida da un espectacular vuelco. No diré qué le ocurre pero sí advertiré que la chica, que acaba de salir de una relación de manera un tanto sorpresiva para ella, va a experimentar un transcendental cambio en este undécimo mes del año, en el que personalmente ingresó de manera tan heladora como las temperaturas que han sorprendido a todos los habitantes de Coleridge.

Kate es una joven que se siente ninguneada por todos: por sus padres que sólo tienen ojos para su hermana y los hijos de ésta, por su jefe Torres que la trata a voces como si no sirviera para nada cuando en realidad su empresa no puede vivir sin ella, por su novio de siempre que la dejó por un atractivo trabajo lejos de Coleridge, y casi casi por ella misma que vive en un cochambroso piso donde en soledad rumia su vida.

Afortunadamente existen los viernes y el Ambassadors, un recóndito local donde ese día de la semana se toma una cerveza y habla con Pierre, el barman gay importado del Loira, con el que intercambia confidencias. El azar quiere que ese bar sea el lugar donde se reúne un grupo de amigos algo frikis de la informática ( Don, Punisher y Sierra) muy dolidos por la desaparición de Gabriel, un amigo que tras descubrir un fraude en la empresa donde trabajaba y de la que fue despedido cayó en una depresión que lo llevó a lo peor. Y ese azar hará que la atracción surja entre Don, policía de la UDIF (Unidad de Delitos Informáticos), y la bella y dulce Kate. Y ya no digo más porque si no temo cometer spoiler.

' Serendipia' ama la literatura británica, de humor y con encanto; de ahí que guste de situar sus historias en Gran Bretaña aunque no siempre se puedan localizar esas localidades sobre el mapa real de las islas. En esta ocasión estamos en Coleridgetown, territorio donde trabaja Kate, donde vive Don Berck con su padre Norman y su hermano Charlie, y donde se ubican la comisaria donde Donald Berck trabaja y el pub Ambassadors donde se conocerán los dos personajes protagonistas. Por último hay otra pequeña población -ficticia como Coleridge- llamada Longfellow donde reside Kate en un muy pequeño apartamento y donde está la emisora de Radio en la que los viernes por la tarde ella colabora en un espacio radiofónico de humor que da oportunidad a los oyentes de intervenir. En los estudios radiofónicos hay otros seres: Josh, el hijo de su compañera de trabajo Marian; Santi, el amable técnico de sonido; William, el meteorólogo que predice con éxito y poca receptividad una inmensa tormenta; y Xavier, el aguafiestas dueño de la emisora.

El humor es uno de los alicientes de las novelas de Mónica Gutiérrez. He de decir que me he reído leyendo las divertidas vicisitudes en el trabajo de Kate con su jefe Torres. La relación entre ambos me ha hecho recordar un blog donde de vez en cuando recalo; me refiero a " Anécdotas de secretarias" que administra Erika Martín y en el que no pocas veces me divierto con las entretenidas historietas laborales que presenta. Las conversaciones que mantiene Kate con la telefonista Marian destilan mucho humor

"No, señora, no somos la consulta del dentista. Pero si quiere que la anestesiemos pruebe a pasarse por una de nuestras juntas semanales de accionistas... No se preocupe, adiós. " (pos. 1672).

Otras veces el humor surge de un comentario o reflexión con el que nos sentimos identificados como la desilusión que nos causa a quienes gustamos de la literatura de creación cuando en una biblioteca particular topamos sólo con libros técnicos o científicos:

"El resto de la estancia estaba amueblada con una gran mesa de madera de teca, rodeada por altas sillas, una alfombra también verde de dibujos vegetales y estanterías y alacenas decoradas solo con libros, centenares de libros. El hechizo se rompió en parte cuando me acerqué a uno de los estantes y comprobé que la mayoría de volúmenes trataban sobre economía y derecho. " (pos. 2500)

Y, naturalmente, la autora que ama, conoce y disfruta de la literatura muchas veces realiza metáforas, símiles o imágenes apoyándose en personajes y/o momentos de diversas obras de la literatura universal (" Suave es la noche" de Scott Fitzgerald, la " Saga de Geralt de Rivia" o la Saga del brujo -en polaco, Saga o wiedźminie- del escritor polaco Andrzej Sapkowski, Gianni Rodari y un cuento breve que tiene sobre una violeta en el polo Norte, o " Alicia en el país de las maravillas" de Lewis Carroll). Y también muchas veces hay humor en estas apoyaturas culturalistas como cuando compara la llegada de Kate a la emisora radiofónica de Longfellow con la entrada de Alicia en la madriguera del conejo en el conocidísimo cuento: " La puerta se abrió con un chirrido de castillo encantado y Alicia entró en la madriguera del conejo ausente " (pos. 158) o a William, el meteorólogo, con el Gato de Cheshire del mismo relato: " Un simpatiquísimo hombrecillo rechoncho con espesa barba negra y pelos enloquecidos me miraba sonriente como el Gato de Cheshire desde el umbral del estudio de grabación. " (pos. 171).

Mónica Gutiérrez Artero ('Serendipia'):

Es quizás el culturalismo una de las señas características de esta interesante autora de feelgood. Pero no sólo en esta novela hay referencias literarias, también hay alusiones a la pintura y a la música. De la pintura me paree relevante y de sumo interés la realizada a Friedrich y su cuadro ' El caminante sobre el mar de nubes' utilizada por Kate para referirse a una oyente del programa de radio que habló muy entusiasmada de la conquista de las cimas de las montañas: " jugué a imaginármela como el personaje del cuadro de Caspar David Friedrich, El caminante sobre el mar de nubes, pero con faldas. " (pos. 1798).

En cuanto a alusiones musicales ha llamado mi atención, y me he ocupado de buscar el tema para escucharlo, la realizada a Counting stars de One Republic, un tema y un grupo para mí del todo desconocidos. Tras oírlo entiendo la pertinencia del mismo para mostrar la felicidad y alegría vividas en la Casa de las tres chimeneas , la casa de la familia Berck, donde Don acogió a Kate resguardándola de la tormenta predicha por William y que a ella sorprendió en la calle.


En el epígrafe de elementos culturalistas hay que señalar varias alusiones al cine pop que aparecen esparcidas por el relato bien como término de comparación

"En mis momentos más idílicos confieso que me gustaba más imaginarme con los estupendos vestidos blancos de Eleanor Parker paseando en plena selva en Cuando ruge la marabunta; aunque no siempre estaba de humor como para pensar en un Charlton Heston joven, aguerrido y sudoroso, como marido inexperto en medio de las humedades infectas de la selva. " (pos. 752)

o como broma o especie de adivinanza bajo la que un personaje se encubre durante el desarrollo de la trama;

"- ¿Harry Potter era una trilogía? -preguntó Xavier.
[...]
- No recuerdo a ningún Calrissian en 'El Señor de los anillos' -reflexionó William en voz alta-. ¿Será algún elfo?
- Star Wars -le corrigió la voz telefónica-. La única trilogía original es la de Star Wars. " (pos. 1776)

Así como Serendipia toca el mundo pop en sus manifestaciones culturales, también realiza guiños humorísticos a esta misma cultura en aspectos muy inmediatos como he querido ver en alguna referencia a frases muy sonadas nacidas en el ámbito de la contienda política más cercana. ¿A quién no le resuenan en sus oídos frases parecidas a ésta:

"¿Que parte de "mi hermano Charlie trabaja en bolsa" no te ha quedado clara? Kate soltó un bufido a medio camino de la carcajada y un fingido horror y me golpeó ligeramente el brazo en señal de protesta " (pos. 1416)

En otra reseña mía a una novela de Mónica Gutiérrez Artero señalé que una amable historia de amor es elemento esencial en una novela feelgood. Aquí, naturalmente, también la hay, desarrollada de esa manera tan elegante, simpática y surgiendo de una modo tan natural de la vida misma, La relación entre Don y Kate, como ocurre en las novelas de Serendipia, no cae para nada en la ñoñería propia de la novela rosa aunque a veces en alguna de sus descripciones se acerque peligrosamente a ella:

"Contemplé tranquilo la mirada sabia de Kate, sus mejillas sonrosadas por el frío, sus labios entreabiertos y las nubecillas de su respiración. Veteada de miel, salpicada de diminutas migajas de hielo y nieve moribunda, la larga melena de Kate se movió perezosa cuando ella echó la cabeza hacia atrás para mirarme." (pos. 2958)

Muchísimo más interesante me ha parecido el estilo desarrollado en algunas partes de este relato polifónico; en especial me ha gustado mucho el modo como Don en los capítulos narrados por él mismo se dirige al lector para confesarle sus carencias como escritor

"De acuerdo, lector, ya ves que no soy bueno con las metáforas ni las comparaciones, pero si por aquel entonces alguien tan sensible como Sierra era capaz de llamarla La Bella Durmiente, eso debe darte algunas pistas (mejores que las de mi prosa de burócrata policial) sobre cómo era ella cuando la conocimos. " (pos. 991)

o cuando simplemente -y de manera muy simpática- razona con el receptor de su relato a propósito de la pertinencia o verosimilitud narrativas de lo que está contando:

"A mí los chicos no me parecían siniestros en absoluto. Supongo que Kate hubiese dicho de ellos que eran "adorables", pero como a estas alturas de la narración se supone que todavía no he hablado con Kate, sintiéndolo mucho, lector, tendrás que conformarte con que te confiese que yo los encontraba simpáticos. " (pos. 459)

Para finalizar
No quisiera cerrar esta reseña sobre"El noviembre de Kate" sin citar algunas frases que como si nada va dejando la novelista esparcidas por este relato feelgood. Son reflexiones profundas sobre la vida y sobre la funcionalidad -la última que señalo- del género novelístico elegido. Paso a colocarlas sin más:

    • "Vivir es una aventura si estamos atentos a los detalles. Los pequeños detalles son las bisagras del universo. " (pos. 2012)
    • "el dolor forma parte del complicado proceso de seguir viviendo. " (pos. 2386)
    • "No está en nuestras manos retener a las personas que amamos. Es..., eh..., imposible -me dijo con una sonrisa llena de cariño-. Pero sí que podemos elegir arriesgarnos a quererlas. Aunque se vayan. " (pos. 2639)
    • "Somos como nos ha hecho nuestro pasado, nuestras circunstancias. " (pos. 2901)
    • "Supongo que fue entonces cuando comprendí que resultaba mucho más sencillo sentirse feliz que seguir haciendo esfuerzos barrocos para no sucumbir al desconsuelo y la tragedia en cada detalle del universo. " (pos. 3024)

Mónica Gutiérrez Artero ('Serendipia'):

Concluyo esta reseña, que se me ha hecho más extensa de lo que en un principio pensé, de manera idéntica a como hice en la de " La librería del señor Livingstone", agradeciéndole a Mónica Gutiérrez Artero el agradable rato que me ha proporcionado la lectura durante este lluvioso noviembre de "El noviembre de Kate". ¡Gracias, 'Serendipia'!

Mónica Gutiérrez Artero ('Serendipia'):


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