Revista Cine

Monte Walsh

Publicado el 04 junio 2013 por Ganarseunacre @ganarseunacre
Getting out the vote/ J. Williams
Por Roy Bean
Monte Walsh (1970 William A. Fraker
Monte Walsh
Reparto (IMDB)

Lee Marvin... Monte Walsh

Jeanne Moreau... Martine Bernard

Jack Palance... Chet Rollins

Mitch Ryan... Shorty Austin (as Mitchell Ryan)

Jim Davis... Cal Brennan

G.D. Spradlin... Hal Henderson

John Hudkins... Sonny Jacobs (as John 'Bear' Hudkins)


Hacía seis años que Ford y Walsh habían rodado sus últimos westerns,  en este año lo haría Hawks y el siguiente Hataway. Eran los años de la retórica crepuscular: La balada de Cable Hogue, Un hombre llamado caballo, El día de los tramposos, Soldado azul… El género  “puro” tenía sus días contados, mientras proliferaban los seriales de TV, el Spaghetti o hasta el western cómico (El club social de cheyenne) ¿Estaría destinado el género más puro a morir entre pedanterías y parodias? Afortunadamente no. Una película le hará un funeral “Fordiano”, sombrero en mano, cabeza inclinada y recitando junto a una tumba abierta en el “open range” el salmo 22… El señor es mi pastor…Es Monte Walsh. Película anómala, obra de un director de fotografía: W.A. Fraker que no volverá a tener suerte ni con el género ni en la realización, esta última “oración”, pasará sin pena ni gloria por carteleras desde entonces hasta nuestros días. Grandiosamente fuera de contexto Monte Walsh no destroza la leyenda, desde la óptica clásica murió a través de personajes envejecidos pero no “convertidos”. La película comienza donde terminaron las de Ford, Hawks o Hathaway. Pasa elegantemente sobre los desarrollos de Douglas, Siegel, Leone o Pekimpah, e ignora los desmanes de Altman o Penn. Por eso su protagonista está interpretado por Lee Marvin, que fue Liberty Valance, el último pistolero muerto… Aquí Marvin es Monte Walsh, un vaquero que junto a su amigo Chet (Jack Palance), es contratado en un rancho que pronto entrará en crisis e iniciará los despidos. Durante la película un vaquero, héroe de guerra, enloquecerá en su trabajo de tender rollos de alambrada hasta suicidarse. Otro se hará pistolero que acabará matando a cu compañero Chet, Monte ha rechazado trabajos para los espectáculos del circo del Wild West Show y dedicará su vida a vengar la muerte de su amigo para después retirarse a la soledad de las montañas. En este panorama de fracaso, también hay que eliminar el “amor” que habitaba en las grandes obras del género, desde la Dallas de La diligencia hasta la Maudie de El Dorado. Aquí es Martine, una bella prostituta interpretada por Jeanne Moreau, una prostituta francesa, que sueña con volver a  Francia o casarse con Monte, pero morirá en una de sus ausencias por culpa de la tuberculosis. Monte, al contrario que otros protagonistas del género, envejece, pierde el amor, mientras su mundo se desploma con él. La película está rodada en un tono sobrio y contenido. Desarrolla motivos visuales del Ford épico y de algún cuadro de Remington, o de los Wellman oscuros en las que sus protagonistas se guardaban de la lluvia por largas gabardinas empapadas…todo esto será recuperado años más tarde por Eastwood. Poco aparato escenográfico , el pueblo, como el rancho apenas están apuntados, solo el barracón de los vaqueros cobra cierta relevancia. Monte Walsh no es deudora del estilo ligero que imperaba en esos momentos, no incorpora la retórica de Leone ni asume vicios setenteros ni gratuititos juegos de montaje, es directa, retorna a la transparencia del cine clásico… tal vez por eso sea una gran película olvidada, quizás llegó demasiado tarde para mantener esas emociones puras. La propia película ha sufrido el mismo destino que su protagonista y viva sola, en las montañas y en la memoria de algún amante del western y del cine en general. Por eso contamos la historia de Monte, y aunque nadie nos oiga, como el contaba la del gran “Joe Obernazzy” que estrangulaba lobos con las manos

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