Moritos

Hace cosa de unas dos o tres semanas arribó al concejo de Gozón un grupo de moritos Plegadis falcinellus. Sabiendo que se movían por el entorno del pantano de la Granda, donde tienen su dormidero, llevaba tiempo tratando de localizarlos, hasta que ayer me avisó Jorge Valella: estaban en Vioño, al lado de la carretera Luanco-Avilés. Contamos un total de 17, pero hoy al mediodía que los volví a observar en el mismo punto el total había crecido hasta los 35.
Morito Plegadis falcinellus Glossy Ibis

El morito es un ibis, o sea, un ave zancuda como las cigüeñas o las garzas (ciconiiforme) pero con el pico curvado, y de la misma familia que las espátulas (treskiornítidos). Ave muy gregaria, cria colonialmente en marjales someros con abundante vegetación, y se alimenta en grupos en prados húmedos, justamente el  hábitat que está ocupando en Gozón. De tono oscuro, presenta visto de cerca unos preciosos toques de color ocráceos  y verdosos.


Curiosa historia la de este ave, una historia de ida y vuelta. Especie cosmopolita y repartida por buena parte del mundo, en la Península Ibérica se extinguió como nidificante a mediados del siglo XX, con las últimas parejas datadas en el delta del Guadalquivir en la década de los 50. Los escasos ejemplares que se veían desde entonces correspondían a las poblaciones de otros puntos del mediterráneo o de Europa del Este, donde hay grandes colonias.

En 1996 se establecen de nuevo diversos núcleos reproductores en Doñana y el Delta del Ebro, y posteriormente en otros puntos del Levante. La colonia de Doñana, aunque estuvo a punto de desaparecer, presenta a partir de los inicios de este siglo XXI un crecimiento exponencial, llegando la última temporada de cría a las 5000 parejas

En Asturias hay citas históricas de grupos en la zona de la ría de Avilés a principios del siglo XX, cuando las colonias de Doñana eran aún prósperas. A continuación se hizo bastante  ocasional, hasta que hace unos pocos años y este invierno han regresado estos notables bandos. Es prácticamente seguro que se trata de aves procedentes de Doñana, algunas están anilladas, que buscan lugares alternativos de alimentación cuando las condiciones en el Coto no son propicias.  El bando de 35 que he observado hoy probablemente es uno de los más numerosos localizados en el Cantábrico.