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Motivos para el optimismo

Publicado el 20 enero 2020 por Trescuatrotres @tres4tres

Concluida la vigésima jornada de Liga y traspasado ya el ecuador del campeonato doméstico, se detectan en el juego que practica el Real Betis Balompié síntomas evidentes de mejoría. Sobre todo con respecto al paupérrimo inicio del torneo liguero.

Muy especialmente el juego que desplegó el elenco verdiblanco en el partido correspondiente a la última fecha liguera, disputado en el Benito Villamarín ante la Real Sociedad, constituyó el choque más completo que hasta el momento han efectuado los de Rubi. Se vio un Betis con un juego vertical, incisivo, vistoso y a la vez práctico.

Motivos para el optimismo
Once incial dispuesto por Rubi en el último partido ante la Real Sociedad (fuente: eldesmarque.com)

Tras un inicio de Liga más que titubeante, Rubi parece haber dado con la tecla. Igualmente parece ya de forma definitiva salvado de la quema del despido que tanto se cernió sobre él durante gran parte del torneo, en que su destitución parecía algo siempre inminente y que se hallaba en boca de todos.

Variaciones tácticas

La principal variación táctica que ha experimentado el equipo desde el inicio del periplo liguero a mediados de agosto en casa ante el Valladolid ha sido, claramente, la introducción de la línea de tres centrales -en detrimento de los dos anteriores-. Con dos carrileros largos para dar mayor consistencia defensiva al equipo, habida cuenta de la desastrosa sangría de goles en contra que venían infligiéndole los rivales al conjunto jornada tras jornada. No obstante, esta sangría no logró ser cortada de forma tajante. Porque, en opinión del que suscribe, venía más motivada por la falta de un medio del campo defensivamente consistente y en concreto de la falta de la figura de mediocentro defensivo en la plantilla. O, al menos, motivada por una combinación de una línea defensiva endeble con un centro de campo que era una alfombra roja para los rivales.

Ahora bien, parece que el cambio táctico ha resultado óptimo. Desde que se puso en liza por vez primera el 2 de noviembre en el Santiago Bernabéu de Madrid, en que se consiguió un meritorio y valioso empate a cero, el equipo no ha hecho sino ir para arriba, siendo por lo general superior a los rivales en su juego. Con un borrón notable como fue el del derby en casa.

Los números dan soporte a lo dicho anteriormente. Desde que se gana al Celta en casa por un 2-1 cuyo segundo gol llegó expirando ya el partido por parte de Fekir y con Rubi ya casi con la carta de despido, hasta el momento presente, el Real Betis sólo ha caído vencido en dos de los diez últimos diez partidos (amén del derby, el otro encuentro en que se cayó fue contra el Atlético de Madrid, en que sin embargo los de Rubi no merecieron tal castigo, principalmente tras el juego que desplegó en la primera parte, en que pasó por encima de los de Simeone).

También otro de los hándicaps de este equipo en las últimas jornadas ha sido la falta de ambición en algunas fases de partidos como los de Cornellá y Mendizorroza. En ellos, un Betis claramente superior a dichos rivales pecó de poco ambicioso para llevarse los tres puntos para Sevilla. Así como la falta de puntería, especialmente en Vitoria, en que el equipo malogró bastantes ocasiones claras de gol, penalti marrado por Joaquín incluido.

Refuerzos de invierno

Igualmente, el Betis se ha reforzado en el mercado de invierno, contando ya a mediados del mes de Enero con dos futbolistas metidos de lleno en la dinámica del grupo y jugando. Estamos hablando de Carles Aleñá, quien ya debutó en Vitoria ante el Alavés en la última jornada de la primera vuelta, y del internacional argentino Guido Rodríguez, que se incorpora a las filas béticas procedente del Club América de la Ciudad de México.

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Guido Rodríguez (fuente: marca.com)

Muy especialmente este último viene a erigirse como una de las claves para que el futuro del Betis mire más hacia Europa que a vagar por zona de nadie en la clasificación liguera. Como se dijo anteriormente, la planificación deportiva acometida en verano fue claramente deficiente en dicha demarcación, dado que dejaron vacante la ocupación de la zona de contención en la medular por parte de un futbolista de jerarquía, visto que Javi García (en quien yo tenía depositadas esperanzas a principios de curso) está perdido para la causa.

La llegada de Guido

En gran medida va a depender de Guido Rodríguez la solvencia de este equipo y puede que sea quien marque la diferencia entre un conjunto que deambule sin pena ni gloria por la zona templada de la tabla o un conjunto que luche por plazas europeas, como anhela la afición verdiblanca. Es clave que el argentino resulte un fichaje exitoso, pues redundará en una mayor consistencia defensiva que a su vez repercutiría en la liberación de otros jugadores de esas tareas que no le son estrictamente propias.

Es el caso, por ejemplo, de William Carvalho, quien ya mismo volverá tras varios meses lesionado y quien desde que llegó al Betis prácticamente no ha podido desempeñarse en su verdadera posición, que no es la de mediocentro defensivo. El que suscribe este artículo ansía ver al luso en su posición natural, vaticinando grandes resultados, pues el internacional portugués es un jugador de grandísimo talento que, liberado de tareas defensivas en solitario para las que resulta inapto, proyectándose en ataque es capaz de romper las líneas rivales.

Brillante centro del campo

Ver una plantilla con un centro del campo compuesto por Guido Rodríguez, Carvalho, Canales, Fekir, Joaquín, Aleñá, Guardado, Láinez o Tello es algo de lo que pocos equipos pueden presumir. Con este nivel de jugadores y con estos mimbres, todo lo que no sea ir a Europa es un rotundo fracaso.

No se debe descartar también, si el equipo gana solvencia en cuanto a contención, que Rubi opte en ocasiones por línea de cuatro en defensa, por lo que se podría incluir a un mediocampista más. O incluso optar por jugar con dos delanteros centro, dibujando un 4-4-2, como ya se ha visto en varias ocasiones, sin éxito, durante esta temporada. Ver una segunda línea compuesta por Guido y Carvalho, seguidos de tres puntales como Canales, Fekir y Joaquín no pinta nada mal, por citar un ejemplo de línea de cinco en el centro por la que podría optar Rubi si vuelve a los dos centrales.

No obstante, habría que ver también qué implicaría volver a la defensa de cuatro. Sería obligar a los laterales, Emerson y Álex Moreno, a guardar más la ropa en defensa y renunciaríamos a sus constantes e incisivas subidas de banda y desbordes partido tras partido. Especialmente portentoso está resultando el brasileño, quien está demostrando tener los mimbres del típico y talentoso carrilero largo carioca: incisivo, potente, con desborde a raudales y con cierto gol, aunque algo verde aún en defensa.

La cantera

Otra de las gratas sorpresas que está dejando este segundo tercio de temporada y con las que nos ha sorprendido Rubi ha sido la aparición rutilante de otro chaval más de la prolífica cantera bética. Se trata de Edgar González, quien se desempeña en la demarcación de central, lo cual no le ha sido impedimento a Rubi para probarlo también como mediocentro defensivo, cumpliendo siempre en todo caso como mínimo con la calificación de notable. Partidazo el que se marcó Edgar contra la Real Sociedad.

Rápido al corte, sobrio sacando la pelota desde atrás sin asumir riesgos, posicionándose en la medular como falso mediocentro cuando el equipo atacaba y providencial en alguna que otra jugada en que llegó a salvar el gol de la Real cuando lucía aún 2-0 en el luminoso, evitando así un final de infarto -otro más- para la nutrida afición heliopolitana, que abarrotó y se congregó en el Villamarín en número superior a cincuenta mil.

Por tanto, con respecto a los refuerzos invernales, es decir, los dos fichajes Aleñá y Guido, y la aparición del canterano Edgar; se puede decir que la plantilla ha aumentado su ya de por sí buen nivel. Insisto, todo lo que no sea quedar clasificado en plaza europea supondrá otro fracaso para el club.

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El canterano Edgar, durante un lance del partido (fuente: footballaddicts.com)

El lunar de la portería

En cuanto a uno de los grandes lunares de este equipo se ha de mencionar la portería. El portero que viene siendo indiscutible en la titularidad, Joel Robles, no da la talla para serlo de un equipo que aspire a estar alto en la tabla. Se reveló el año pasado como un más que aceptable suplente de Pau López, pero es un meta notoriamente inseguro que no dota a la portería bética de unas garantías mínimas. Cierto es que con sus magníficas actuaciones en plazas como el Bernabéu o Mallorca ha ganado puntos para el equipo, con paradas de gran mérito, en algunos casos casi imposibles.

Pero a un portero de garantías, en mi opinión, se le debe pedir que pare lo parable y que no meta lo que vaya fuera, con independencia de que pueda tener tres o cuatro actuaciones puntuales de sobresaliente. Y éste no es el caso de Robles.

Es un portero que no para en muchísimas ocasiones, ni por asomo, lo parable, que se complica la vida en la salida de balón poniendo al equipo en serios aprietos y que en centros laterales y saques de esquina vive debajo del larguero. Por no mencionar sus puntuales salidas suicidas del área, como la que pergeñó en el minuto siete de partido en casa contra el Valladolid, valiéndole la expulsión.

Es claramente un puesto a reforzar con urgencia para el próximo verano, habida cuenta de que en el pasado se fichó por una cifra estratosférica (siete millones de euros) al portero suplente del Sporting de Gijón. Si bien es cierto que es internacional sub 21 y puede que tenga un futuro brillante y prometedor, no lo es menos que el Betis necesitaba algo más que eso tras la marcha de un portero internacional con España y de probada y sobrada solvencia como Pau López. Lo contrario era descapitalizar la plantilla y empeorar su calidad en un puesto tan crucial y específico como es el de cancerbero. Y así ha sido.

Es el momento

En suma, ya habiendo superado el Betis esa fase de mal juego y dudas que experimentó en cierta fase del torneo liguero, llega la hora de dar un golpe sobre la mesa. Hay que terminar de engancharse e involucrarse de lleno en la terna de equipos que pugnan por puestos europeos. El próximo domingo, en el coliseo getafeño al que una leyenda bética da nombre, se presenta una ocasión ideal para ello. Si el Betis logra imponerse al conjunto comandado por Bordalás (quizá el mejor entrenador español del momento), se estará corroborando todo lo esgrimido a lo largo de estas letras.

Es la hora de la verdad para el Real Betis en esta Liga.


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