Revista Comunicación

Moverse a lo desconocido (Poke – Mon). Un Juego

Publicado el 16 julio 2016 por Jairoalberto

Lo que es pasión de algunos es moda para otros y simpleza para muchos más.

Para cuando estaba en boga hace más de 15 años el ahora de nuevo navegante juego Pokémon, me encontraba con mis primeros juegos del lenguaje. Hacía reflexiones inadultas sobre lo que significaban las palabras realmente, me "hacía bolas" aprendiendo a utilizar las de otros idiomas, y en escena se encontraban las del Dragón y el fastidioso Pika Pikaaa.

Aunque nunca fuí un fan apasionado de estos juegos y narrativas, no me dejé de asomar a su contenido y desde sus títulos, me encantaba hallar relaciones más allá de si tenían vínculos con magia o sectas de horros como solía mencionarse.

Lo que nos encanta viene envuelto en narraciones, propias o atribuidas, que le conceden ese especial encanto y nos conectan con alguna realidad. A mí me conectaban con eso que se transforma en realidad.

Este juego, como la mayoría de los que dependen de narraciones, tiene y construye una realidad a la usanza de los cuentos de algunos libros de ficción y todos los hipertextos: el lector crea la siguiente aventura y dependiendo de sus acciones la historia le aparece desarrollarse de una forma u otra. Tiene personajes principales, tiene personajes secundarios, tiene recompensas y se desarrolla sobre los mismos aspectos que el Monomito o Viaje del héroe. Quien asume el rol protagonista (o sus aliados) tienen que superar su propia realidad y enfrentarse a sí mismos, a pruebas seres y victorias que le reconcilian consigo mismo y con un propósito físico o divino.

El personaje tiene que moverse a lo desconocido, eso fue lo que más allá de conectar la teoría de Propp o Campbell con relatos de la Biblia o me resaltó el nombre de la serie: Pokémon. Poke, que entre otras acepciones tiene la de "mover", y Mon, que para ese tiempo servía como sustantivo para los miembros de un pueblo que habita en el sur de un país que hace quince años quedaba más allá de internet, en lo desconocido.

Se trataba quizás de una relación un poco amañada, pero para mí era real.

Cuando salió en medios que un nuevo juego había salido con su Franquicia y que era de Niantic, no lo pensé, solo digité y llegué a las vías de comenzar a jugar esa historia de llegar a lo desconocido; narración que hacía quince años me había removido las entrañas filológicas de mi profesión.

Y fue apenas emoción, nada que ver. Ya desde hacía más de tres años (una eternidad tecnológica), jugaba Ingress, incluso aún trato de hacer academia con él.

Sin embargo, ya por ser de la misma casa o por hacer uso de similares recursos, debía sospecharlo.

Qué tienen de común:

  1. Se juegan por medio y en dispositivos móviles.
  2. Se valen de tu plan de datos / conexión a internet disponible.
  3. Toman la ubicación de tu celular para promover vías de interacción con el juego.
  4. El juego se construye sobre entornos que tú compartes, con reglas y normas previstas. Es decir, el escenario de juego es el que indican las coordenadas de ubicación del celular (puntos 2 y 3), y sus objetos-premios-obstáculos-objetivos están dados por los elementos del entorno que "habite" el celular (su portador).
  5. Existen equipos de los cuales puedes hacer parte (En ingress son dos: los Iluminados y la Rebeldía (¿Dan Brown?), en Pokémon son tres: Instinto, Sabiduría y Valor, muy al estilo de los equipos de Harry Potter). Cada uno tiene sus líderes (su "legendario") y sus principios (más visibles en Pokémon que en Ingress, no era tan famosa Rowling).
  6. Gastan mucha batería de tu celular... (sobre todo la AR en Pokémon).

Qué tienen de diferente:

    Lo más importante, un trasfondo narrativo con historia.

Aunque suene pleonasmo decir que tiene narrativa con historia, Pokémon integra y proyecta mucho de lo que otros juegos y escenarios explotó, con un elemento de avanzada adicional ^2^. A diferencia de Ingress, que tiene como esencia narrativa a) la perspectiva intelectualoide de los Illuminatti y la Oposición, cuya más cercana y mediática referencia son las historias de Dan Brown (best seller, El código DaVinci) que nos alertan de sectas pseudoreligiosas a la vez pseudocientíficas (¡?) buscando alejar al mundo de las verdades ocultas de un misterio-no-revelado.

No obstante, si profundizamos en el juego-historia, Pokémon no "llena" las experiencias del personaje central de la historia que propone la narrativa: las formas de capturar en una capsula (pokebola) a cada personaje que encuentras; practicar el lanzamiento de la Pokebola, entrenar a tu o a tus personajes para que enfrenten mejor sus retos... Solo por mencionar algunos elementos.

Aunque es impresionante caminar con el juego ^2^ y encontrarse con un ser en la cámara de tu dispositivo (de pélos)

entender que tienes que "lanzarle" la pelota para atraparlo se vuelve algo demasiado técnico después de varias capturas y no es explotado (hasta ahora) por la interficie del juego.

Entonces la narrativa, el trasfondo histórico del juego es quizás el motivo más importante para que "pegue" entre los usuarios e interesados en unirse, y podría ser lo único innovador de esta apuesta, pero como dicen, en segundo lugar y no menos importante, encontramos una segunda diferencia. Más allá de la historia, estoy seguro que ésta será la que marque la continuidad de los nuevos juegos y apuestas de integración de la tecnología en la comunicación: la alusión pertinente a Realidad.

2. Uso de Realidad Aumentada.

Aunque ya tendrá que ser para la siguiente anotación, Pokémon se diferencia de otros juegos por el uso que hace de esta antigua tecnología (antes del 2011). Cuando caminas con Ingress, en la pantalla ves una correlación digital de aquello que tienes físicamente a tu alrededor: si cuando levantas la cabeza ves el frontón de una iglesia, probablemente en el juego encontrarás un portal creado por alguien de algún equipo (Iluminados o Rebeldes) con una serie de poderes, valor, características y encadenamientos con otros portales (lugares físicos y virtuales). La manera en la que lo reconoces, es por una imagen de ese lugar físico en la ficha de referencia del lugar virtual (una Realidad Virtual de bolsillo).

Toda esa red de datos que Ingress (con sus usuarios) creó de sitios, portales, frecuencias, rutas y valores son la base para lo que los novísimos usuarios de Pokémon hallaron: sigue siendo aquel portal de Ingress un lugar de Pokémon y algunos de cierta "especie" se denominaron Pókedex y Gimnasios (Iglesias, Estaciones de Polícia, Nodos o portales con cierta influencia en Ingress fueron reconocidos como lugares de encuentro para batallas Pokémon).

Hasta aquí Pokémon usa la Realidad Virtual como la proponía Ingress.

Pero cuando con Pokémon te encuentras en el mapa con algún ser (animal, objeto de la historia), lo tocas y se activa la cámara de tu celular para verlo en tú contexto, con el fondo de los objetos que te rodean, ya no está solo en la pantalla, está a tu lado a través de la cámara, ya no tenemos Realidad Virtual, sino Realidad Aumentada.

Aunque @EDans afirma que Pokémon Go no sirve para nada y no es nada más que un juego. Estoy seguro que cuando comencemos a ver publicidad, mini relatos (un objeto corriendo en la pantalla de mi celular alrededor mío) o intercambio de avatares en Realidad Aumentada (RA) (te veo como eres pero en mi pantalla eres un personaje de la historia), no solo el mundo de los juegos habrá ganado un nuevo comienzo sino que la educación tendrá más usuarios para aprender con una tecnología ya antigua que llego como otras, a través de un juego.

(Aunque acabo de escribir, creo que haré actualizaciones, lo dejo porque apareció un ser legendario junto al computador).


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