Movie Review – Kingsman: Servicio Secreto

Movie Review…por César del Campo de Acuña

Dirección: Matthew Vaughn.
País: Reino Unido.
Año: 2014.
Duración: 129 minutos.
Género: Acción. Aventuras. Comedia.
Guion: Matthew Vaughn, Jane Goldman (Cómic: Mark Millar y Dave Gibbons).
Intérpretes: Colin Firth, Taron Egerton, Samuel L. Jackson, Mark Strong, Michael Caine, Sofia Boutella, Sophie Cookson, Mark Hamill, Jack Davenport, Tom Prior, Neve Gachev y Alisha Heng.
Música: Henry Jackman y Matthew Margeson.
Fotografía: George Richmond.
Montaje: Eddie Hamilton y Jon Harris.
Dirección artística: Andrew Ackland-Snow, Steve Carter, Joe Howard, Paul Spriggs, Andy Thomson, Tom Whitehead y Keith Pain.
Diseño de producción: Paul Kirby.
Estreno en Reino Unido: 29 de enero de 2015.
Estreno en España: 27 de febrero de 2015.

Manners maketh the man

Si hay una frase que se repite, habitualmente hasta la extenuación, es la coletilla que sugiere que el libro siempre es mejor que la película. Error. Craso error. La corta historia del cine ha demostrado, especialmente en los últimos cuarenta años, que el material escrito original puede ser superado, y con creces, por el resultante cinematográfico. Tiburón, El Padrino, La chaqueta metálica, Piscosis…muchos, muchos clásicos del séptimo arte han adelantado por la derecha al material en el que se basaban sin despeinarse y con cierto estruendo. A esa lista, desde 2014, podemos sumar Kingsman: Servicio secreto, film dirigido por el londinense Matthew Vaughn, que supera con creces al insípido cómic The Secret Service de Mark Millar y Dave Gibbons publicado en 2012.

Y no es solo que esta estupenda y entretenida cinta supere al citado tebeo, es que lo sienta en sus rodillas y le da unos buenos azotes para enseñarle un poco de disciplina inglesa. Vaughn y Jane Goldman se inspiran en la idea de Millar, pero hasta ahí llega la conexión entre ambas obras y no, no es que el cine no puede mostrar cosas grotescas que si tienen cabida en las viñetas, es que los guionistas fueron inteligentes y le quitaron el trajecito en el que ese hombre vestido siempre de “Enfant terrible” enclaustro a The Secret Service para llevar a cabo una obra que no resulta ofensiva a su público y que encima cumple como homenaje a los populares films de espías que se produjeron a lo largo de casi tres décadas.

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Los responsables del guion, en lugar de adaptar la suma de la barrabasada habitual de Millar y el concepto Tarzán en Nueva York que explota el comic, crean una historia “inspirada en” pero original “en cuanto a”. Ese desmarque con la obra original no es solo para hacerla atractiva a todo tipo de públicos, ni por ser otro film homenaje más, es, a mi entender, un modo de respetar no solo la costosísima producción (81 millones de dólares), sino al público. Este último reacciono a la visión de Vaughn con entusiasmo y la convirtió en uno de los éxitos del año entre los espectadores y la vocal critica en Internet.

No obstante, a pesar de que la cinta en si me gusto y mucho, creo que en general, como a buena parte del cine actual, le sobra metraje. Entiéndanme, no es que se haga especialmente larga, ya que en si resulta extremadamente agradecida de ver gracias a su trepidante puesta en escena, su aceptable humor y su exagerada aventura, pero creo que el resultado podría haber sido el mismo en 100 minutos. Pero oigan, no lo tomen como una crítica focalizada a Kingsman: Servicio secreto, sino a los narradores de nuestro tiempo, a los que parece que en lugar de sobrarles minutos le faltan y si no llegan a las dos horas de metraje parece que se les queda coja la mesa. Si salvan la duración, creo que el resto de los elementos que componen la cinta funcionan con gran exactitud.

A grandes rasgos Kingsman: Servicio secreto es una de las mejores adaptaciones cinematográficas de un comic ya que no se ve envuelta en la peligrosa continuidad de personajes icónicos de las viñetas ni se ve forzada a contentar por ese mismo motivo a millones de lectores en todo el mundo. Como film, es un soplo de aire fresco que moderniza y acerca a una nueva generación todas esas cintas de espías de las décadas de los 60 y 70 sin dejar de reverenciarlas. Como adaptación, y como decía, se inspira en pero sus objetivos son más altos y están más definidos que los de la obra original y el resultado es una cinta de aventuras, cargada de acción y con toques de humor que no les causaran vergüenza ajena.

Extremadamente recomendable esta Kingsman: Servicio secreto y no solo para los aficionados al cine de espías o a las películas de acción, sino para todos aquellos que quieran pasar un buen rato viendo películas dejándose llevar por una trama “larger than life”, unos villanos icónicos, unos héroes carismáticos, una sensacional ambientación, un sólido guion y todos esos elementos que nos hacen disfrutar del cine y que se resumen y reúnen en una palabra: espectacularidad.

Curiosidades:

Colin Firth hizo el 80% de sus escenas de acción de acuerdo con el coordinador de especialistas y director de la segunda unidad Bradley James Allan. El actor entrenó durante seis meses para estar en la mejor forma física posible para interpretar su papel.
Matthew Vaughn se retiró de la dirección de X-Men: Días del Futuro Pasado (2014) con el fin de dirigir esta película en su lugar.
Sofía Boutella tuvo que someterse a un programa de entrenamiento intenso para interpretar a Gazelle. Boutella dijo: “Me enseñaron boxeo tailandés, Taekwondo, y cómo trabajar con cables. Gazelle usa sus piernas para matar, así que tuve que aprender diferentes tipos de patadas que nunca había hecho algo así antes… “
En un principio el papel de Gazelle iba a ser interpretado por la snowboarder paralímpica Amy Pourdy, pero tuvo que dejar pasar la oportunidad debido a que no quería perderse las olimpiadas de Sochi.
Durante y en el período previo a la Primera y Segunda Guerra Mundial, los servicios de inteligencia británicos utilizaban a menudo sastrerías como fachada para sus actividades.
Matthew Vaughn ha declarado que su intención para con esta película era parecida a la de Steven Spielberg con En busca del arca perdida. Vaughn con Kingsman intenta homenajear a las películas de espías con las que creció, del mismo modo que Spielberg homenajeo modernizando y acercando a un público más amplio los seriales de aventuras que veía siendo niño.
Kingsman es la cuarta colaboración consecutiva entre Matthe Vaughn y Jane Goldman tras: Stardust (2007), Kick-Ass – Listo para machacar (2010) y X-Men: Primera generación (2011).
Matthew Vaughn pidió a Colin Firth que se guiara por la interpretación de David Niven en la cinta de 1967 Casino Royale, antes que en la manera en la que Roger Moore le dio vida a James Bond en las siete películas del agente secreto más famoso del mundo que protagonizo.
Se pensó en Leonardo DiCaprio, Tom Cruise e Idris Elba para interpretar al villano de la película. Para el protagonista femenino se barajaron los nombres de Emma Watson y Bella Heathcote.
La secuencia de la pelea en la iglesia tomó siete días para ser rodada, mientras que la secuencia de del dormitorio bajo el agua era tan compleja y complicada de filmar que llevó alrededor de una semana y media para ser completada.