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Muerte de un Ciclista

Publicado el 21 septiembre 2011 por Observandocine
(Dirigido porJuan A. Bardem – España 1955)
Muerte de un Ciclista
María José: ¿Qué piensas? Dime ¿Qué piensas? Juan: En lo nuestro. Si, en lo nuestro. ¿Qué es? ¿Amor? ¿Pasión? ¿Pasatiempo? María José: ¿Tú me quieres Juan? Juan: Si. Creo que si. Nunca me lo había preguntado. Haz sido tantas cosas para mí durante tantos años. María José: Tu novia, tu amante … Juan: ….. nunca mi mujer María José: Estuve a punto de serlo ¿no? ….la guerra ….. Juan: Si. La guerra….. La guerra es algo muy cómodo, se le puede echar la culpa de todo. De los muertos, de las ruinas, de los tipos como yo que se quedan vacíos por dentro y no vuelven ya a creer en nada ….. ni siquiera en la novia buena que no espera y se casa con un hombre rico. Es tonto de decir estas cosas, parece una novelita rosa. María José: Aquello fue una equivocación y una necesidad. Sobre todo una necesidad. Juan: ¿Tuya? María José: No seas cruel. Sabes que te quiero a ti. Juan: ¿Cómo qué? La Señora María José de Castro bosteza en los cócteles, se aburre en los campeonatos de canasta, se aburre en los conciertos de gala. El viejo amor de los 18 años puede ser ahora una aventura romántica, algo agradable y excitante ….. mientras no haya complicaciones.
Muerte de un Ciclista Un ciclista va por la carretera, el cielo oscuro lo acompaña. Va hacia una curva y en dirección opuesta aparece un auto. Al rato el vehículo se mueve en zigzag y quien maneja, la Sra. María José de Castro (Lucia Bosé), frena. A su lado se encuentra el Sr. Juan Fernández Soler (Alberto Closas). Ambos miran hacia atrás como quien ha dejado algo en el camino. Bajan del vehículo, quien corre en busca del ciclista es Juan, se da cuenta que aun se encuentra vivo. María José solo da unos pasos, mira la escena y le dice a Juan que regrese al auto. Un silencio invade el camino hacia la ciudad. Al llegar, Juan le dice a María José que no se preocupe porque nadie les ha visto.
Pasan algunos días.
Muerte de un Ciclista La Sra. María José de Castro y su esposo Miguel (Otello Toso) hacen reuniones sociales. Miguel es un hombre de mucho dinero. María José parece que no hubiera matado a hombre alguno o que engañe a su marido, ella no muestra ni una pizca de remordimiento alguno. Es más le gustaría irse de viaje con su marido.
En cambio, Juan si tiene remordimientos. Piensa y piensa en su cuarto sobre lo que ocurrió, también cuando dicta sus clases de Geometría Analítica en la Facultad, en ningún momento se le va de la cabeza lo que ocurrió en esa carretera con su amante María José. Sufre de pensar en el dolor de la familia del ciclista, hasta finge ser periodista y va a la casa del fallecido y se entera de cómo había dejado una viuda con dos hijos pequeños. Juan en el fondo es un tipo bueno pero esa pasión que tiene por María José hace que se comporte como un arrastrado, un tal por cual que obedece las ordenes de esa mujer que le da placer cuando a ella le place y en dónde ella quiera. Una mujer egoísta que de sentimientos nada de nada, aunque dice querer tanto a su esposo como a su amante (los dos le creen ciegamente).
Muerte de un Ciclista María José sigue disfrutando de los placeres pasajeros de la vida cuando uno de sus tantos invitados de fiestas sociales, el Sr. Rafael Sandoval (Carlos Casaravilla) le dice tocando el piano que ha compuesto una canción llamada “Chantaje” y agrega a ritmo de la melodía “Te he visto, hora cinco y media, lugar carretera de Francia, vehículo Fiat, velocidad 90 por hora…”. María José por primera vez manifiesta miedo pero no por la muerte del ciclista, si no porque Rafael pueda contarle algo a su esposo sobre ella y Juan. Otra cosa que le comienza a preocupar es que Juan este hablando de que “en la vida es indigno eso de engañar y mentir a las personas”. Juan se está volviendo un hombre sincero, como lo fue en su juventud, y eso es motivo para ponerse alerta. A María José no le queda otra que calcular fríamente sus acciones a seguir, su máximo interés es seguir disfrutando del dinero y nadie puede interferir con sus planes.
Muerte de un Ciclista Decía Goethe que “La época en que mejor amamos es aquella en que todavía pensamos que somos los únicos amadores y que nadie ha amado ni amará nunca tanto”. Juan piensa que lo suyo por María José es un amor inconcluso, que una vez resucitado necesita culminarse y porque no que sea para siempre. Se olvida que ella es una mujer casada, la pasión puede más. Se olvida también que tiene todo un plan de vida como Profesor en la Universidad y que puede seguir creciendo como profesional, esas ganas de “verla” a María José tienen más poder en él que otra cosa.
Muerte de un Ciclista Albert Einstein dijo una vez “La falta más grave es no tener conciencia de ninguna falta”. María José parece no tener sentimiento alguno, ni siquiera respeto por ella misma. Ella sólo rinde culto al dinero y a todo lo que este le brinda, eso es la felicidad para ella. Ella nunca va dejar a su marido, pero no se lo dice a Juan porque él le da un “amor ingenuo que a la vez es puro y sincero”.
Para tratar el tema de la infidelidad en el cine se necesita ser un cirujano para hilar con punto fino cada parte de la historia y para que el espectador sienta en todo momento esa sensación de vértigo que envuelve a los amantes. Juan A. Bardem lo logra en “Muerte de un ciclista”.

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