Mujeres de Roma

Nunca hubiera pensado que podría formar parte de una novela. Y sin embargo…

Verán, hay una escritora, Isabel Barceló, que a la vez es bloguera. No sé si es escritora-bloguera o bloguera.escritora, lo que sí sé es que hace las dos cosas muy bien y que tiene una forma de crear que mezcla ambas habilidades.

Isabel ha escrito una novela: Dido, reina de Cartago. Novela histórica cuya lectura recomiendo. No sólo está bien escrita, sino que además refleja una época poco conocida, como es la fundación de Cartago.

También posee Isabel, un blog: Mujeres de Roma. Bien, pues esta escritora y amiga ha sido capaz de aunar ambas cosas. Y, fue tejiendo una red de blogueros, entre los que repartió papeles, asignándoles, bien personajes que existieron en esa época o, bien, creando otros personajes auxiliares que encuadró en la novela. Así, los incorporó a su “Dido, la reina de Cartago”, donde la mayoría de los personajes tenían su alter-ego bloguero.

Una idea que considero única y original, propia de la mujer inteligente que es Isabel. De esta forma, involucró a varios blogueros, los hizo seguidores de la novela, de la que iba comentando su desarrollo, con algunos episodios en el mismo blog.

Yo conocí a Isabel, el “día del libro” del año pasado, en la presentación de su novela, en la librería Avinareta de Madrid. Acudí allí, con Freia y con Carmen, blogueras y amigas. Y me sorprendió gratamente el acto, y cómo la escritora había decidido contar con unos cuantos blogueros en el reparto de personajes.

Fue entonces cuando decidí seguir de cerca a Isabel y emparentarme con algún sujeto de su próxima novela. Y ahí estamos. Ya la está escribiendo y tratará sobre la historia de la fundación de Roma.

Son muchos los papeles que ha repartido, se pueden ver en el blog de Isabel, y a éste que suscribe, le ha tocado el de Amulio, un rey que se las trae. Fue rey de Alba Longa al destronar a la fuerza a su hermano. Violento, sádico, salvaje… Una alhaja.

Y todo esto viene, primero para darles a conocer a esta magnífica escritora y bloguera. Y, además, por si, en adelante, ven que reacciono con maldad, que soy sádico o cruel, pedirles que no me lo tengan en cuenta, es que mi alter-ego, el rey Amulio, ese cabronazo, me ha poseído y se ha apoderado de mí. ¡Llamen al exorcista!

Porque ya saben ustedes, que yo antes era casi buena persona.

Salud y República