Mujeres que influenciaron la historia: La madre de los pobres

Cuando uno busca en internet sobre las personas más importantes/influyentes de la historia, vemos que las listas se componen mayoritariamente de hombres. Dependiendo de qué tan larga sea la lista de vez en cuando vemos aparecer alguna mujer.

En 1978 Michael H. Hart, astrofísico estadounidense,  escribió un libro llamado los 100 (un ranking de las personas más influyentes en la historia) y en esta lista vemos que sólo hay dos mujeres! Apareciendo la primera recién en el puesto 65…

Jesucristo, Einstein, Newton, Mahoma, Shakespeare, Napoleón, Cristóbal Colón…la lista es larga y a la mayoría los conocemos. Pero ¿qué hay de las mujeres?

Para ser honesta yo misma conozco muy poco sobre las mujeres que han cambiado la historia de la humanidad. Por eso (y para invertir la tendencia) decidí empezar una sección donde hablaré sobre una mujer extraordinaria que haya marcado la historia de alguna manera. Ya buscando he descubierto que hay muchísimas!

Para empezar progresivamente, comenzaré con una mujer que la mayoría debe conocer. Ella ganó el premio nobel de la paz y aparece siempre como una de las mujeres más notables de nuestros tiempos.  Agnes Gonxha Bojaxhiu, ¿ah? ¿Quién?  Ok! ¿Teresa de Calcuta les suena más? ;)

Gonxha, nacida en Albania, cambió su nombre a Teresa cuando decidió ser religiosa a los 18 años. Tras la muerte repentina de su padre cuando tenía sólo 8 años, su madre la educó bajo una gran influencia católica lo que despertó en ella su vocación de misionera.

A los 18 años entro en la congregación Nuestra Señora de Loreto en Irlanda y un año más tarde se embarcó hacia la India en donde comenzaría su gran labor hacia los pobres.

En 1950, la Madre Teresa empezó a ayudar a las personas enfermas de lepra y fundó una orden religiosa llamada las “Misioneras de la Caridad”. Su trabajo inicial fue el de enseñar a leer a los niños pobres de la calle lo que rápidamente se extendió a una ayuda médica y alimenticia. En 1963, fundó la orden masculina "Hermanos Misioneros de la Caridad" junto a fray Joseph Langford.

Luego, hacia 1965, el Papa Pablo VI autorizó a la Madre Teresa a expandir la Orden religiosa en otros países. Alrededor de todo el mundo se abrieron centros para atender leprosos, ancianos, ciegos y personas que padecen del SIDA. Al mismo tiempo se fundaron escuelas y orfanatos para los pobres y niños abandonados.

Ya en 1979, se le concede el Premio Nobel de la Paz. En 1997 muere en Calcuta, y tras todas sus reconocidas obras de caridad es que en el 2003 es beatificada por el Papa Juan Pablo II.

Cuando la madre Teresa falleció, las hermanas Misioneras de la Caridad contaban con 3.914 miembros en 594 comunidades de 123 países del mundo. Su trabajo continúa hasta nuestros días. La Orden ha aumentado y hoy tiene más de 4.000 miembros con 697 fundaciones en 131 países del mundo.

Es cierto que muchos han criticado la austeridad de esta congregación. Se dice que por seguir los votos de “los pobres entre los pobres”, las monjas han acumulado las donaciones sin gastarlas ni distribuirlas. Libros y documentales han salido desmintiendo la verdadera obra de la madre Teresa de Calcuta y diciendo que las Misioneras de la Caridad tienen el dinero suficiente para hacer mucho más de lo que hacen.  Puede que sea cierto, puede que no. Lo importante, creo yo, es ver la obra en su globalidad. La labor de la madre Teresa ha sido sobre todo sensibilizar a las personas sobre temas, como la pobreza extrema, que antes nadie mencionaba. No hay que olvidar tampoco las millones de personas que han sido ayudadas e influenciadas por la obra de esta extraordinaria mujer de pequeña estatura, como decía ella, pero con la fuerza suficiente para cambiar el mundo.