Múltiple, Un sorprendente ejercicio de complejidad y suspense

Múltiple es la nueva película de M. Night Shyamalan, el director de origen Indio y creador de la aclamada “El sexto sentido” retoma el camino de la acción y el suspense con toques sobrenatural, en este caso con el trasfondo de un secuestro de 3 jóvenes por Kevin, un joven (encarnado por el maravilloso James McVoy) con un trastorno de personalidad múltiple que posee nada menos que 23 personalidades, algunas de ellas violentas, lo cual le confieren una complejidad y unos matices que poseen un tremendo potencial tanto al personaje como a la historia en sí.
Multiple poster

Lo cierto es que todos los aspectos de la historia nos fascinan desde un principio, creando un relato que se inicia con mucha fuerza con el secuestro de las jóvenes. Poco a poco nos iremos metiendo en la piel de estas muchachas, principalmente la maravillosamente expresiva Casey (Anya Taylor-Joy) en el papel de una chica sensible, esta joven actriz ya nos sorprendió positivamente en la reciente “Morgan”.
Casey y Kevin mano a mano

Sin embargo el punto fuerte de la película es Kevin y sus 23 personalidades, es cierto que la mayoría del tiempo se centrará en 4 o 5 personalidades pero en cualquier caso el trabajo de McVoy es sencillamente maravilloso, es capaz de encarnar diferentes personas, edades y géneros de manera increíble, y muestra una expresividad digna de elogio en cada momento siendo el soporte de toda la historia, llevando el peso del suspense y aportando una complejidad al personaje increíble.

Las 3 jovenes con otra personalidad de Kevin... etcetera

Sus momentos de duelo interpretativo con su terapeuta la Dra. Fetcher son otro de los puntos a tener en cuenta, el punto de vista de esta mujer mayor especializada en los trastornos de personalidad múltiple y que defiende que no se trata de una enfermedad sino un paso más en la evolución, capaz de desencadenar gran parte del potencial humano hasta ahora limitado, al ser capaz no sólo de cambiar nuestras mentes sino incluso nuestra estructura fisiológica.

Aunque el planteamiento inicial es algo extraño y debemos de adaptar nuestra mente a la trastornada realidad de Kevin, una vez pasados los primeros minutos será sencillo el sentirnos parte de la historia y querer conocer más del pasado de Casey o de las personalidades de Kevin. Shyamalan vuelve de nuevo a dar en el clavo en el ritmo narrativo y la ambientación del secuestro (muy al estilo “El silencio de los corderos”) y nos proporciona una película sólida con cierto corte clásico en su rodaje y un enfoque casi sobrenatural, con ese toque de cuento moralizante que tanto le gusta.

El personaje de Casey tiene gran poder interpretarico

Técnicamente es sobresaliente, cada plano, cada contraluz, los cambios de cámara o los movimientos a través de los deprimidos y desolados escenarios nos harán sentir parte de la historia y ayudarán de manera definitiva a crear una atmósfera opresiva e irrespirable, que llegará a su cenit en la parte final, donde Shyamalan vuelve a demostrar que estos desenlaces son su punto fuerte. El uso de la mitología y el juego con lo que se ve frente a lo que se intuye vuelve a ser su mejor arma.

Igual es una mujer, que un niño, que un experto en moda...grande McVoy

Tanto el impacto visual como argumental de la personalidad “oculta” de Kevin nos conferirá un poder increíble a la película, aunque si bien el giro argumental de la parte final en lo que se refiere a esta personalidad es posiblemente la parte más floja. Sin embargo la película queda coronada con una escena final magistral que conecta de manera definitiva esta película con toda la iconografía del director, el cual se redime después de unos años de travesía por el desierto con esta “Múltiple” y demuestra que no se había olvidado su genio sino que estaba perdido.