Ahora, supongo, vendrá un tiempo de introspección antes del amistoso cada vez menos confirmado con Brasil en Miami, y el análisis de lo bueno y lo malo de Colombia en lo futbolístico. El balance será positivo por el resultado y por el rendimiento, aunque no faltará oportunidad de verificar los errores cometidos, algunos de ellos, garrafales.
Miles de personas se acercaron a saludar a la selección.
Seguidamente tendrán que resolver la continuidad de Pekerman al frente de la selección. Los dirigentes ya han enfatizado la intención de continuar con el exitoso ciclo, y será el técnico quien tendrá la última palabra. Las dudas acerca de la continuidad del despeinado entrenador argentino recaen exclusivamente en el nivel de desgaste que pudiera existir entre el cuerpo técnico y los jugadores ya que desde las ganas y desde lo económico no habría problemas, ¿¡no cierto, José!?.
Millones de personas en todo el mundo se suicidaron cuando vieron las gafas de José.
Por lo que puede verse a la distancia, los jugadores manifiestan constantemente el agrado que sienten por la conducción, y no parecen aburrirse todavía de las charlas técnicas ni del preparado de los partidos. A Guarín se lo ve un poco raro, eso sí.
Sánchez estaba de incógnito. No imagino porqué.
Teniendo en cuenta la proximidad de la copa América, no parece ser un momento ideal para hacer cambio ninguno, ya después habrá tiempo de reflexionar si tal vez correspondería a un entrenador colombiano hacerse cargo de la continuidad.
Ahora todos quieren ser James (10).
Por lo pronto, nos quedamos con las ganas de ver un poco más de la selección Colombia en el Brasil 2014.
Yepes y Faryd se tomaron tiempo para alimentar a las palomas.
*Algún día habrá que pensar si esta clase de recibimientos no es un arma de doble filo teniendo en cuenta el pasado colombiano.
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