Mundial Sub 20 Colombia 2011: Notas, semifinales

La gran final del Mundial Sub 20 de Colombia la disputarán Brasil y Portugal. Ambas selecciones se impusieron en sus duelos de semifinales, ante México y Francia respectivamente, y se enfrentarán en busca del titulo el próximo sábado, en Bogota. Lo ocurrido este miércoles, te lo detallamos a continuación.

Brasil, finalista una vez más

Con inconvenientes, Brasil venció 2- a México y logró por segunda vez consecutiva el acceso al encuentro decisivo del Mundial. Bastaron cuatro minutos, en los cuales emergió la figura del goleador Henrique, autor de los dos goles en los instantes finales del encuentro.

El duelo fue parejo, como era de esperarse. El “Tri” llegó al mismo con mucha confianza luego de haber eliminado al anfitrión Colombia, con lo cual no fue un rival sencillo para Brasil.

El cuadro conducido por Ney Franco se mostró un tanto más suelto en el comienzo. El balón fue propiedad de los talentosos Oscar y Coutinho, gestores de las opciones más claras con las que contó Brasil para adelantarse en el marcador, la más propicia desperdiciada por William.

Si bien tuvo menos posesión, México también llegó con asiduidad, espoleado principalmente por Ulises Dávila, bien secundado por Erick Torres y Eduardo Guarch, de desacertada noche de cara al arco rival. Las intervenciones del seguro Gabriel impidieron el tanto.

Con modificaciones se inicio el complemento. Ney Franco quitó del campo a William y apostó por el revulsivo Negueba, decidiendo también el ingreso de Dudu, autor del segundo gol ante España. No se quedó atrás Juan Carlos Chávez, quien introdujo a Edson Rivera, de actuación sobresaliente frente a Colombia, en reemplazo de Guarch.

Los cambios sirvieron de incentivo para ambos conjuntos, aunque no alteraron del todo el tramite del juego, sujeto nuevamente a la paridad. Unos y otros tuvieron sus opciones, siendo la de Rivera la más clara de todas.

Todo cambió en el final, sin embargo, ya que cuando el encuentro parecía destinado al tiempo suplementario apareció Henrique, quien en cuatro minutos sentenció el pleito, conectando de cabeza un preciso centro de Negueba a falta de diez minutos y finalizando con acierto una buena combinación entre Danilo y Dudu instantes después.

Brasil, siempre omnipresente, dirá presente en la final, instancia a la que acude merecidamente. México se retira con la cabeza en alto, luego de haber protagonizado un muy buen Mundial.

Portugal, el invitado sorpresa

El rival de Brasil en el encuentro decisivo del torneo será Portugal, que sorpresivamente se impuso 2-0 ante Francia, accediendo de esta manera a la tercera final mundialista de su historia en la categoría, en la que levantó el cetro máximo en dos oportunidades consecutivas (1989 y 1991).

La victoria se explica desde la contundencia, ya que Francia no fue menos y contó con innumerables chances para convertir, muchas de ellas desactivadas por el arquero Mika, quien aun no ha recibido goles en el torneo y estiró a 570 minutos su record de imbatibilidad.

Como ante Argentina, Portugal eligió la espera. Agrupó a sus futbolistas en pocos metros, se mantuvo ordenado e intentó lastimar siempre de contragolpe. De cabeza y a la salida de un corner, Danilo marcó el primer gol, el cual le dio aun mayor confianza al once conducido por Ilidio Vale.

Posteriormente, las chances continuaron sucediéndose para Francia, mucho menos acertado que un combinado luso que volvería a hacer gala de su efectividad cerca del cierre del primer periodo. A los 40, Koulibaly derribó a Danilo en el área y el goleador Nelson Oliveira cambió el penal por gol, asestándole un golpe durísimo a una Francia a la que remontar se le hizo imposible.

Ingreso Alexandre Lacazette, también Gael Kakuta, sin embargo ni uno ni otro pudo torcer el destino. Mika respondió siempre con acierto y la frustración fue cada vez más grande para los galos.

Nada cambio entonces y Portugal terminó celebrando una victoria muy a su estilo, el mismo con el que seguramente intentara contrarrestar el poderío brasileño en la finalísima del sábado. Allí todo acabará y el trofeo será al fin levantado por uno de los dos capitanes. Bruno Uvini y Nuno Reis sueñan con ese momento.