Un ejercicio de diseño para proveer equipamiento urbano multifuncional a la ciudad de Linz toma como punto de partida la adecuación de la estructura en desuso de un antiguo puente, que fue literalmente “anclado” al borde del Danubio para integrarse a un nuevo eje cultural que vincula el puerto con el casco antiguo de la ciudad.
En esta operación, el puente deja de ser un conector físico para progresar en nuevos nexos intangibles entre la trama urbana y la naturaleza, animando el vínculo entre lo antiguo y lo nuevo. Los tres tramos estructurales se disponen en paralelo y se invierten para obtener una plataforma inclinada que potencia las necesidades del programa, un cine al aire libre con un pequeño anfiteatro y un café frente al mar.
La parte superior de la estructura se convierte en una prolongación del parque mediando una plataforma verde que además facilita la observación del área urbana y de la naturaleza. Este parque inclinado predispone al relax además de fomentar diversas actividades sociales y de contemplación.
Por debajo, una caja de concreto que contiene la pantalla de cine, cuelga de la estructura creando un efecto de levedad que no altera en demasía la transparencia visual de la estructura. En los perímetros, los armazones de las pasarelas peatonales se muestran como cornisas de las fachadas laterales, además de soportar la iluminación de los espacios inferiores.
La estructura del puente ya no permite el vínculo físico entre las orillas, pero su nueva disposición sigue dominando el sitio, instalando nuevos usos y una singular conexión visual entre dos áreas características de la ciudad.
Marcelo Gardinetti, 2015©
Fotografías: ©Vlad Andrei Popa, Ioan Ralea Toma
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