Revista Arquitectura

Muy de arquitecto

Por Arquitectamos
A Emilio
Mi amigo Emilio me ha contado que una conocida suya, persona de alta formación académica y de amplia cultura, estaba buscando piso en Madrid hace unos años y vio algunos en la zona norte (o tal vez noreste), en uno de los PAUs más destacados, con buenos servicios y bastante calidad. El barrio, aunque por entonces se estaba formando, ya "apuntaba maneras". Tenía muy buena pinta y mucho nivel. Ella estaba decidida a vivir allí, pero dudaba entre dos o tres promociones de viviendas. Finalmente se decantó por un piso muy amplio y muy bien ubicado. El precio no era bajo, pero estaba a su alcance y se lo podía permitir. Todo era estupendo... hasta que vio las infografías del folleto de venta. El piso -eso no hay ni que decirlo- estaba en la primera fase de su construcción y no se podía examinar "en carne y hueso". (Bueno, en hueso ya casi, pero en carne aún no).
Muy de arquitecto
Un tanto desconcertada por las imágenes que mostraba el folleto, recurrió a Emilio en busca de consejo. El piso era magnífico. La distribución no era la típica de pasillo, dormitorio, dormitorio, dormitorio..., sino que el salón daba juego a toda la distribución y propiciaba unas relaciones espaciales -y por lo tanto "habitacionales" e incluso "familiares"- muy fluidas e interesantes. Dos terrazas daban un gran desahogo a los dormitorios y "jugaban" con los ventanales del salón, proporcionando muy buena luz -limpia y tamizada- a las estancias. Se veía un piso amplio y cómodo. Un "peazo piso" en uno de los barrios nuevos más atractivos de Madrid. Pero las infografías... Ay, las infografías. Se las mostró a Emilio y le dijo: -Lo único que me echa para atrás es que se ve que es un piso "muy de arquitecto".
¿Cómo? ¿Muy de arquitecto? ¿Y eso es malo?
Me han operado hace unos meses y lo último que se me ocurriría decir sería que la operación salió muy bien y que he quedado bastante apañado, pero que -por poner una pega-, en fin... no sé... fue una operación "muy de cirujano".
O que el mítico avión MD-95 de la McDonnell-Douglas (el Boeing 717) es un aparato precioso, magnífico, tiene una autonomía de vuelo extraordinaria, es muy ágil para su gran tamaño... pero que... bueno... cómo decirlo... no termina de gustarme. Lo veo muy de ingeniero aeronáutico.
El piso en cuestión es fruto de uno de los más prestigiosos estudios de arquitectura de Madrid y, efectivamente, es "muy de arquitecto". Afortunadamente.
Os aseguro que lo que os cuento es tal cual me lo ha contado Emilio, y él no exagera. La historia es así. Así de triste.
¿Qué profesión es esta que asquea tanto a la gente? ¿Qué estigma tenemos los arquitectos? Cuando alguno roza la excelencia en su trabajo levanta sospechas, resquemores, incluso odios.
-Demasiado rebuscado. Eso no va a funcionar.
-Otra paja mental del arquitecto.
-¿Esto? ¡Si parece un (póngase aquí lo que se quiera)!
-Va a ser muy difícil de limpiar.
-Lo veo muy frío.
-¿Qué material es este?
-¡Pero si no tiene (póngase aquí lo que se quiera)!
Un gran arquitecto se pone a la tarea de resolver un problema muy trillado, pero le sabe dar un cierto toque personal y consigue algunos detalles muy interesantes. Aparte de la elegancia del diseño hay algunas soluciones muy buenas a varios problemas cotidianos. Todos los espacios están muy bien aprovechados y relacionados entre sí, y transmiten una sensación de limpieza, de luminosidad. Pero, ¡ay!, el conjunto da una impresión desagradable: Es "muy de arquitecto".
Una casa "muy de arquitecto", dicho esto como defecto. Estamos apañados.
Verdaderamente no sé qué pensar. Estas cosas desaniman mucho. Porque no se trata de señalar defectos palpables (que yo sería el primero en criticar), sino de quejarse de un cierto "tufillo", de un "estilo", de una "actitud". Se trata de quejarse de que las cosas estén diseñadas con inteligencia, con criterio, con gracia, con elegancia, con "gusto", con eficacia y con economía de medios.
"Muy de arquitecto".
Por cierto, que no le pregunté a Emilio si su amiga compró al final el piso o se decidió por otro más normalito, menos de arquitecto.

Volver a la Portada de Logo Paperblog