Revista Cultura y Ocio

Nada se opone a la noche. Delphine de Vigan

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Nada se opone a la noche. Delphine de Vigan
     "Mi madre estaba azul, de un azul pálido mezclado con ceniza, las manos extrañamente más oscuras que el rostro, cuando la encontré en su casa esa mañana de enero. Las manos como manchadas de tinta en los nudillos de las falanges.
   Mi madre llevaba varios días muerta."
     Los libros nos abren vidas, nos dan vidas, nos cuentan vidas. Bien, lo primero que escuché sobre este libro fue que la autora le había hecho un ataúd de papel a su madre: me llamó la atención. Y por eso me puse con él y hoy lo traigo a mi estantería virtual. Hoy traigo, Nada se opone a la noche.
    Lucile Poirier, tercera de una familia formada por nueve hijos terminó su vida por decisión propia: se suicido. Su hija, Delphine de Vigan será quien se dedique a investigar la vida de su madre, viendo fotos, viejas cintas, hablando con la familia...hasta poder desnudarse a si misma contándonos la historia de toda una familia: la suya.
    La novela, más allá del contenido autobiográfico, lo que destila es la emoción de quien cuenta su realidad. Dividida en tres partes, nos hace una primera presentación de la familia de su madre, para en la segunda contarnos su infancia y acabar con la vida familiar de la propia Delphine. Bueno, en realidad no termina así,sino tal y como comienza: con la muerte de su madre, sólo que tal vez desahogada después de haberla escrito, de haberla vivido,de haberla conocido.
     Reconozco que me acerqué a la historia con un poco de miedo a encontrarme un drama preparado para conmover al lector: nada más lejos de la realidad. Escrito poniendo cuidado en las palabras para no resultar melodramático, tal vez en el único momento en que sentimos la abrumadora carga emocional que tuvo que tener para su autora es en las partes en que nos hace partícipe del proceso de escritura. Cuando nos relata cómo fue para ella recopilar cada dato, cada testimonio y como también es consciente de que aquellos sucesos vividos por varias personas cambian dependiendo de la fuente que los relate. Y todo ello queda reflejado en este magnífico libro que, a modo de desnudo, nos cede de Vigan. No es una historia alegre, aunque de entrada percibamos una familia normal `pronto vemos las marcas que la vida se empeña en dejar en ella, y tal esas señales provocaran el declive al que asistimos de la hermosa mujer cuya sonrisa asoma en la cubierta del libro.
     Hay libro para ser devorados y otros para ser paladeados, hay también vidas que tiene que resultar difícil vivir y no me cabe una que la de Lucile fue una de ellas. La novela es fantástica, incluso sabiendo que no es literalmente una biografía, nos arrolla con cada letra.
     Posiblemente tenía ganas de rendir homenaje a Lucile, regalarle un ataúd de papel -pues me parece el más hermoso de todos- y el destino de un personaje. Pero también sé que a través de a escritura busco el origen de su sufrimiento...
     Ya he vuelto. Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
     Gracias

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