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Nader y Simin, Una Separación (Jodaeiye Nader az Simin), Irán 2010

Publicado el 27 junio 2011 por Cineinvisible @cineinvisib

Asghar Farhadi, como todo hombre de teatro, lleva a rajatabla la máxima de que cada espectador es el sumo magistrado de todo espectáculo. Por eso, su última película comienza con una espectacular escena en que los protagonistas se dirigen directamente a la cámara, rompiendo con la tradicional cuarta pared, y situando al espectador como juez de todo lo que va a ocurrir en las próximas dos horas más trepidantes del cine actual.

Nader y Simin, Una Separación (Jodaeiye Nader az Simin), Irán 2010
La separación de Nader Y Simin no es otro film de la poderosa, imaginativa y variada cinematografía iraní sino, simple y llanamente para ser lo más claro posible, se trata de la mejor película del año, sin lugar a dudas. Un film que no se pierde en reflexiones sobre las ideas, por desgracia incompletas, de la filosofía de Heidegger con intermedios documentales sobre la poca gracia de la naturaleza, de paseos poco iluminados por el París de Amélie Poulain repleto de situaciones previsibles y personajes estereotipados o de gota-grifo y grifo-gota durante media hora para mentes bien pensantes.

Nader y Simin, Una Separación (Jodaeiye Nader az Simin), Irán 2010
Farhadi se apega a la realidad porque en su país es lo que realmente condiciona la vida. Una realidad que te puede llevar a la cárcel por filmar una película o tener que pasar por una comisión de censura si quieres crear cualquier espectáculo. Pero tampoco se trata de denunciar la política de un régimen sino de la vida de una mujer y un hombre con la intención de separarse y que un incidente, ni siquiera un accidente, puede que destruya no sólo su pareja sino también toda su existencia.

Nader y Simin, Una Separación (Jodaeiye Nader az Simin), Irán 2010
Existe un cine de autor, como en el resto de los trabajos cinematográficos más mayoritarios, inteligente, que sabe combinar los criterios de exigencia con la facilidad de un discurso narrativo coherente, y que acaba por cautivar al conjunto de los espectadores. Eso es La separación de Nader Y Simin.  Prueba de ello es que en su estreno en Francia, tras una primera semana de exhibición con poco más de 100 copias para 5000 salas, han tenido que añadir otras 100 más, dado el éxito de público.

Nader y Simin, Una Separación (Jodaeiye Nader az Simin), Irán 2010
El éxito de crítica se había logrado ya de una forma inédita. En la Berlinale de este año obtuvo el galardón al mejor film, y dos premios más, para el conjunto de los intérpretes femeninos y masculinos. Personalmente yo hubiese incluido otro por la utilización continua de los cristales que, a lo largo de todo el film, separan, oscurecen, dividen y transparentan las relaciones de todos estos extraordinarios actores.

Nader y Simin, Una Separación (Jodaeiye Nader az Simin), Irán 2010
El estreno en España está previsto para el 26 de agosto. Los caminos de la exhibición de cine son inescrutables pero si deseas que tus vacaciones sean completas, déjalo todo o, al contrario, llévate a todos ese día al cine, canario incluido, para ver lo mejor del séptimo arte mundial, antes de que alguien decida hacer un remake. Una empresa condenada al fracaso dado que es imposible mejorar una obra maestra.

Nader y Simin, Una Separación (Jodaeiye Nader az Simin), Irán 2010
Y, al final, ¿de qué va la película? Shakespeare la hubiera resumido rápidamente: palabras, palabras, palabras. Cine Invisible la define de otra manera: la vida, la vida, la vida.


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