“¿Existirá algún tipo de suciedad o despilfarro, especialmente en la vida y la cultura, que no involucre a algún judío?
-Adolf Hitler.
“Están trayendo sus drogas, están trayendo su crimen. Son violadores y algunos, asumo, son buenas personas”.
-Donald Trump.
El 8 de noviembre del año en curso Donald Trump fue elegido presidente del país más poderoso del mundo: Los Estados Unidos de América. ¿Su odio hacia los latinos es igual que el de Hitler hacia los judíos?
No podemos ignorar las similitudes entre el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump y el antiguo canciller de Alemania, Adolf Hitler.
Idealización: Tanto Trump como Hitler tienen una visión distorsionada de su país. Lo elevan a un punto insuperable, piensan que es perfecto y que está en peligro de contagiarse de los países imperfectos de los alrededores.
Raza: Aunque ambos países (Alemania y Estados Unidos) tienen una rica diversidad cultural, Hitler, por su parte, no consideraba alemanes a quienes nacían en Alemania, sino a quienes tenían las características físicas de un alemán (Alto, caucásico, delgado). Donald Trump piensa igual, sólo considera Americanos a quienes cumplan con las características físicas que cumplan el estereotipo (que, curiosamente, son las mismas características que el Führer buscaba en los alemanes).
Xenofobia: La xenofobia se define como rechazo u odio hacia los extranjeros. Las dos frases con que comienza el artículo lo resumen bien.
Sentido de omnipotencia: Hitler se dio cuenta del enorme poder que tenía, era como jugar a ser Dios, decidir quién vale y quién no. Quién vive y quién muere. Trump apenas comienza su cargo al poder, pero el ex-empresario siempre ha gozado de poder, sabe lo que es y está dispuesto a explotarlo.
Sólo el tiempo nos dirá si Trump es tan parecido a Hitler al gobernar un país. Por lo pronto, no nos queda más que crear conciencia de que está a la expectativa un nuevo problema de magnitudes bíblicas.
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