Revista Libros

Nana, Flanagan y Sherlock Holmes me descubrieron la novela negra

Publicado el 12 febrero 2013 por Cris @estanteriaazul

NOVELA NEGRA Si actualmente me gusta adentrarme en una buena novela negra que me mantenga fiel a sus páginas es porque cuando era una jovencita lectora (de 13 a 15 años que yo recuerde) encontré lecturas que me atrajeron lo suficiente para no olvidar que una buena investigación te puede absorber toda una tarde.

Y son esas lecturas las que os quiero mostrar hoy, ¿empezamos?

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La primera que os quiero enseñar fue una de esas lecturas obligatorias que mandan en el instituto, El regreso de Jack (Manuel L. Alonso). Aunque ha pasado muchos años desde que lo releí (en aquellos tiempos yo releía muchísimo) recuerdo lo sorprendente que era la historia; el argumento os puede sonar a típica película/novela de CIMG4309resolver las pistas que el asesino va  dejando, pero a mí me gustó y es que sus 150 páginas se leen en un suspiro.

Un nuevo Jack el Destripador tiene aterrorizada a la ciudad. Puede ser cualquiera: un compañero, un amigo o conocido, un vecino... Lo único que se conoce de él es que elige a sus víctimas entre los niños. Por algún motivo, a través de anónimos, ha decidido anunciar sus crímenes a Nana, una periodista novata de veinte años. Pero tampoco ella sabe dónde ni cuándo volverá a matar. Su fervor profesional y su afán por descubrir al autor de los anónimos la conducirán tras una serie de pistas hasta encontrarse en una situación donde peligrará su vida.

[Editorial Anaya]

 

Todo lector que se precie debe saber quién es el joven detective más conocido en el género de la novela negra juvenil española: Flanagan.

Flanagan es el personaje principal de doce libros, de Andreu Martin y Jaume Ribera,  que narran las peripecias del protagonista a la hora de resolver sus casos. Aunque es una novela negra al uso, trata temas más universales como el sexo, las drogas, las estafas, etc. ComCIMG4310o supongo que a la mayoría, mi experiencia con él comenzó en el instituto, también con una lectura obligatoria, Todos los detectives se llaman Flanagan. Lo habré releído un millón de veces y es que la manera de ser de Flanagan, divertido e irónico, y el estilo de  los autores, desenfadado y cercano, me encantaba.

Lamentablemente sólo he podido leer dos libros más –de los doces que hay-, además del ya mencionado, Flanagan de luxe y Alfagann es Flanagan (no sé qué fue del primero, quizá lo leí de la biblioteca). Algún día me leeré la serie entera ya que éstos son el segundo, cuarto y quinto libro. I promise.

Flanagan es un detective afamado en su instituto, y es capaz de resolver el caso más complicado sin apenas medios materiales para conseguirlo. Pero su valía se pondrá verdaderamente a prueba cuando Carmen, una guapa gitana, le pida ayuda para esclarecer la desaparición de su sobrino. Flanagan se las tendrá que ver con una mafia dedicada al secuestro de bebés, mientras suspira de amor por Carmen. Tampoco pasa inadvertida para él Nines, una «niña de papá» con quien se relaciona para encontrar pistas que lo ayuden a resolver tan peligroso suceso. ¿Podrá Flanagan lograrlo?

 [argumento de Todos los detectives se llaman Flanagan / Editorial Anaya]

 

Y de uno más joven a otro más adulto, con una gran experiencia en resolver casos, además de ser el detective por excelencia, Sherlock Holmes.

Las aventuras de Sherlock Holmes, de Arthur Conan Doyle, es un libro de doce relatos (los seleccionados por la revista Baker Street Journal en 1959) que he releído hasta la saciedad, os lo puedo asegurar; pero también digo que es el único libro suyo que he leído (algún día caerá el resto). Como podéis ver, se trata de una edición bastante antigua que guarda en su CIMG4314interior incluso algunas ilustraciones. Hace mucho que no lo he vuelto a leer pero recuerdo alguno de sus relatos: la aparición de Irene Adler, el misterioso caso de los pelirrojos, atrapar unos ladrones antes de que cometieran el robo, etc. No sé qué es lo que tiene Sherlock –y Watson, por supuesto- por lo que me gustaba tanto estos relatos, quizás era ese aire de superioridad tan británico.

Cuando sir Arthur Conan Doyle convirtió en personaje popular su Sherlock Colmes, el público incondicional, habituado a leer novelas por entregas en los periódicos y revistas, demandó vorazmente nuevas historias ingeniosas y divertidas. Su autor, que sin duda prefería el relato corto a la novela de gran extensión, publicó varias decenas de nuevos casos para lucir la perspicacia de su detective y entretener los mejores ratos de sus lectores fieles.

[Editorial Códice]

 

Estas son algunas de las novelas del género como tal que despertaron, durante una parte de mi adolescencia, ese gusanillo por las investigaciones, los casos policiacos, los misterios sin resolver y los asesinatos perfectos.


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