Revista Historia

Natalia cárdenas: 'yo jugué con un asesino'.

Por Crimenycriminal @crimenycriminal

NATALIA CÁRDENAS: 'YO JUGUÉ CON UN ASESINO'.

Natalia Cárdenas

En esta nueva entrada de 'CrimenyCriminologo' hablamos con la escritora y periodista Natalia Cárdenas Rodríguez. Y lo hacemos sobre su primera obra, 'Yo jugué con un asesino'. En las 173 paginas que componen esta novela, Natalia nos relata la vida de Eduardo González Arenas, alias 'Eddie'. Y la de su asesino, Juanito. 'Eddie' fue conocido porque desde 1970 a 1998 lideró la secta destructiva Edelweiss, mientras que Juanito es un auténtico desconocido porque únicamente era uno de los muchos jóvenes desarraigados socialmente a los que el 'extraterrestre' 'Eddie' había vejado durante el año en que vivió en Ibiza, igual que años antes lo hubiera hecho con niños pijos de Madrid. Una obra basada en hechos reales en la que se recogen los detalles más duros de una historia de dramas humanos
- ¿Qué podemos encontrar en su obra 'Yo Jugué con un asesino'?

En Yo jugué con un asesino he tratado de capturar los perfiles psicológicos del dominador y el dominado. Recordemos que la secta Edelweiss se constituía de forma jerárquica y que muchas víctimas de Eduardo González Arenas fueron consideradas víctimas/verdugo.
Encontrarán una historia real novelada en la que los protagonistas, en su mayoría adolescentes, sufren el embrujo de un ser embaucador y dominante. Descubrirán los métodos que utilizaba Eduardo para captar niños y enjaularlos en su particular harén, así como la historia personal de este pederasta, cómo comenzó a forjar Edelweiss, sus éxitos y frustraciones. Además, también conocerán la historia del asesino de Eduardo, un niño que se tomó la justicia por su mano y quiso pararle los pies a este depredador sexual infantil. 

NATALIA CÁRDENAS: 'YO JUGUÉ CON UN ASESINO'.
- ¿La obra está basada en hechos reales o también encontramos parte de ficción? 

Los hechos principales, juicios, denuncias y desarrollo de Edelweiss, así como los acontecimientos principales de la vida de los dos protagonistas son reales. De ficción, hay una parte que se podría considerar de relleno, es decir, al novelar la historia, se introducen ciertas conversaciones o encuentros ficticios para mantener el ritmo, siempre tratando de seguir la reconstrucción de los hechos.
- ¿Qué fuentes ha utilizado para escribir 'Yo Jugué con un asesino'? 


Principalmente he recabado la información de las hemerotecas de varios periódicos nacionales para documentarme sobre el caso Edelweiss. Otra parte son mis propios recuerdos, la que coincide con la vida del asesino cuando era pequeño. Una tercera parte se la debo a personas que se han prestado a contarme sus experiencia personal con la secta o los protagonistas y que prefieren mantener el anonimato.
- ¿Fue difícil obtener información de la gente de la zona sobre el caso?


Al principio sí, pero después, cuando se corrió la voz de que estaba escribiendo una novela sobre el crimen de Eduardo, hubo un par de personas que contactaron conmigo a través de mi blog y me contaron su experiencia con Eduardo y Juanito, lo que enriqueció mucho el contenido.


- ¿Puede hablarnos de la secta Edelweiss?


Edelweiss empezó como un club de montañismo con sede en la parroquia de Chamartín, en Madrid. Eduardo sentía impulsos incontrolables cuando estaba con niños pero era un tipo inteligente y sabía que no podía acercarse a ellos sin más a la salida del colegio por lo que decidió crear el grupo de montaña, publicitarlo y dejar que fueron los propios niños los que le siguieran.
Aquello fue en los años 70, cuando hubo el boom de todo lo relacionado con los extraterrestres, Eduardo leía mucho sobre el tema y lo usó para engañar a los chicos. Analizaba a los niños, descubría sus puntos débiles y, los que él creía que serían presas más fáciles de someter o le demostraban una mayor fidelidad, entraban a formar parte de su escuadrón personal. Dentro de Edelweiss fueron creciendo sub-grupos, algunos iban sólo por las acampadas, otros estaban ya enganchados a Eduardo. De Madrid se extendió a Valencia, Canarias durante más de una década...
- ¿Cómo era Eduardo González Arenas y cómo captaba a sus adeptos?


Era brillante, locuaz, atractivo, moderno para su época. Se comportaba con un amigo mayor o un hermano comprensivo con los chicos. Les llenaba la cabeza de cuentos extraterrestres. Su gran baza era hacerse pasar por un extraterrestre que venía de un planeta lejano y para hacer verosímil sus relatos se hacía servir de trucos de magia, juegos de luces y otras artimañas en las que colaboraban amigos suyos. Sentía debilidad por los niños incomprendidos, medio huérfanos o muy ingenuos, aquellos a los que sabía que podía manipular con más facilidad, después les encomendaba misiones o les ascendía de grado dentro del grupo, lo que les hacía sentirse queridos, útiles e importantes. 


Estos chicos fieles, sus AP (amistades particulares) como los llamaba, le servían para captar a otros chavales y así pasaron por sus manos más de 150 niños. Los que se iban haciendo mayores dentro de Edelweiss ya no le interesaban para mantener relaciones, los prefería pequeños, por lo que se convertían en monitores del grupo y/o captadores.
- ¿Esta secta está totalmente olvidada o aún a día de hoy existen personas que la defiende?


Hoy en día aún existen personas que veneran a Eduardo. Me he encontrado algún blog donde se habla de él y comentarios anónimos de personas que cada año recuerdan la fecha de su defunción y le rinden homenaje. En un blog concreto hay comentarios, desde hace años, divididos entre los que adoran a Eduardo y los que se alegran de que lo mataran.
- ¿ Actuó solo Eduardo González?


No del todo, era la cabeza pensante, el brazo ejecutor principal, pero no estaba sólo, había otros hombres de su edad que participaban en algunos de los encuentros sexuales que Eduardo organizaba con niños. Si bien, Eduardo alardeaba de su posición en Edelweiss, porque creía que no hacía nada malo, sus amigos se cuidaban mucho a la hora de presentarse en las acampadas, lo hacían con nombres falsos. Se sospecha que algunos de estos amigos fueron los que después montaron divisiones de Edelweiss en Valencia, Canarias... pero las investigaciones no llegaron más lejos y sólo se condenó a Eduardo.
- Usted pasó tardes de juegos con Juanito ¿Cómo era y cómo fue cambiando? 


Siempre fue un niño difícil, su situación en casa no era ideal y eso le marcó, pero su fondo no era malo, lo que pasa es que cuando la vida no hace más que darte golpes... pues cuesta mucho levantar la cabeza. Yo viví el cambio de su infancia a la pre-adolescencia, hasta los 13 años. Pasó de ser un niño travieso a volver a casa esposado porque le habían pillado robando o cosas así. Después se marchó de casa y fue acogido por el cura de Santa Eulària, fue entonces cuando conoció a Eduardo.
- ¿Qué sabemos de Juanito en la actualidad?¿Sigue manteniendo algún tipo de relación con él?


Actualmente está en libertad y trabaja, no puedo dar más datos porque él mismo se hace llamar de otra manera para que no lo relacionen con ese pasado y prefiero no contar nada de su vida actual. Pero no, no tengo contacto con él desde los 13 años, cuando se fue de casa. Todo lo que sé a posteriori se lo debo a una de mis fuentes, alguien que también vivía en Santa Eulària y conoció a Eduardo a la vez que Juanito, él fue el testigo directo de lo que pasó entre ellos.
- ¿Es cierto que alguna persona incluso le ha acusado de apología del asesinato de Eduardo Gónzalez porque en la lectura de su obra ven una defensa hacia Juanito? 


Sí, hay algún seguidor de Eduardo al que no le ha hecho gracia el libro.. Pero nada importante, sólo comentarios amenazantes... De todas formas, quiero aclarar, que no hago apología del asesinato de Eduardo, sólo narro unos hechos. Sin embargo, cuando te pones a investigar y descubres lo que hacían con esos niños, no puedes evitar sentir emociones. Saber que le han robado la infancia a más de 100 niños que hoy en día son hombres que han pasado muchas horas de psicólogo, noche sin dormir, etc., para recuperarse de aquella pesadilla que vivieron, algunos incluso tienen una cicatriz grabada a fuego en la cara interna del brazo que no les dejará olvidar nunca que fueron los juguetes sexuales de un hombre que les engañó. No justifico el asesinato en sí, pero en la novela, trato de comprender, a través de aquellos niños y del dolor de sus familias, el grado de desesperación que debieron sufrir. Juanito hizo lo que hizo, claro que está mal, es un crimen y como tal se entregó, se declaró culpable y pagó su deuda en la cárcel.
- Alguna cosa más que nos quiera contar...


Me gustaría añadir algo, en la novela hablo de dos hijos biológicos de Eduardo; tuvo un niño con la nieta del general Trujillo y una niña con una de sus seguidoras. Al primero, su madre se lo llevó a EEUU para apartarlo de Eduardo, desde hace un año tengo contacto con él. Este chico sólo quiere encontrar a su medio hermana y conocerla. Por lo que trato de encontrar pistas sobre el paradero de aquella niña, nacida en marzo de 1984 y dada en adopción a una familia de Sevilla. Sin embargo, la investigación no nos ha dado resultado, por lo que si alguien tiene alguna pista sobre el paradero de esta chica, su hermano le estaría muy agradecido.


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