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Nelson Rodrigues: La vida Tal como Es

Publicado el 21 junio 2013 por Angel Esteban

 

Nelson Rodrigues: La vida Tal como Es

“Sou um menino que vê o amor pelo buraco da fechadura. Nunca fui outra coisa. Nasci menino, hei de morrer menino. E o buraco da fechadura é, realmente, a minha ótica de ficcionista. Sou (e sempre fui) um anjo pornográfico(desde menino”.

 

Nelson Rodrigues uno de los escritores más célebres de Brasil, nació en Recife, Pernambuco, el 23 de agosto de 1912 y murió el 21 de diciembre de 1980 en Rio de Janeiro, y desde su muerte se ha convertido en el dramaturgo más aclamado y representado de Brasil.

En 1916, su padre Mario Rodrigues, un periodista de toda la vida, se metió en problemas por criticar a unos poderosos políticos de la ciudad, por lo que decidió mudarse con su familia a Río de Janeiro. Durante este período, Nelson comenzó a descubrir  el universo de la pasión y las relaciones humanas, lo cual se convertiría en el tema central de su aclamada “La vida tal como es.” Un ejemplo de este universo, es una de sus memorias más tempranas a partir de 1917 con un incidente relacionado con un joven que bebió veneno después de haber tenido una pelea con su novia y luego la imagen de la madre del difunto y la novia peleando por el cadáver en la funeraria.

A los 14 años, Nelson comenzó a escribir todas las noticias  relacionadas con sucesos policiacos  en el periódico A Manhã recién fundado por su padre en 1925. A los 15 años abandonó la escuela y a los 16 escribía su propia columna. En 1929, la fortuna y el bienestar de su familia cambiaron violentamente cuando una dama de sociedad asesinó a tiros a uno de sus hermanos dentro de las oficinas del periódico por causa de la cobertura de su divorcio. Devastado por este incidente, su padre murió pocos meses después de un derrame cerebral, y poco después, el periódico fue cerrado por los militares que apoyaban la revolución de 1930. Nelson y sus hermanos se vieron obligados a buscar empleo en periódicos rivales con bajos salarios. Para empeorar las cosas, en 1934, Nelson fue diagnosticado con tuberculosis, una enfermedad que lo acoso de manera intermitente durante los siguientes 10 años de su vida.

Después de su muerte, todos los prejuicios y las persistentes objeciones que llevaron a muchos a catalogar sus obras de morbosas, de gran carga sexual, melodramáticas o sensacionalistas, casi inmediatamente desaparecieron. Antes de Nelson, nadie había logrado relatar la cultura brasileña, su idiosincrasia y a los brasileros y brasileras con tal profundidad y radicalismo como solo el fue capaz de lograr. Precisamente, parte de la fascinación por su obra reside en esa descripción directa y abierta de los individuos y las situaciones que les rodeaba. Nadie sabía, mejor que él, cómo capturar el lenguaje espontáneo de la calle y la vida cotidiana para luego lograr que sus diálogos fuesen desde puros y sin adornos hasta poéticos y épicos, completamente separados de la vida cotidiana.

En su primera obra de teatro, La Mujer Sin Pecado (A Mulher Sem Pecado), su control sobre los secretos de la puesta en escena aun no florecían, pero logro tener éxito al hacer creíbles las escenas individuales, dándoles una sólida base psicológica con un enfoque muy innovador. Durante ese período, las obras solían dividirse en tres actos, y esta no fue una excepción. Sin embargo, para garantizar la continuidad ininterrumpida de la tensión, la línea de apertura del segundo y tercer acto es la misma línea final del acto anterior.

Su consagración llegó por primera vez en diciembre de 1943 en el Teatro Municipal de Río de Janeiro con la apertura de Vestido De Novia (Vestido de Noiva). Esta presentación simbolizó un hito para el teatro brasileño, no sólo para la dramaturgia, sino también para la puesta en escena y la escenografía. De inmediato, los críticos lo celebraron como un acontecimiento histórico, comparándolo con las contribuciones a las artes brasileñas realizadas por otros escritores famosos como Carlos Drummond e incluso en arquitectura, con Oscar Niemeyer. La línea dramática fue concebida en tres planos: la realidad, la memoria y la alucinación; así como la proyección en el escenario del subconsciente de la protagonista. Lo que más resalta son las aventuras internas de plano en plano de Alaide (protagonista), cuando se encuentra en estado de coma luego de sufrir un accidente de automóvil. Todo el complejo de los elementos psicológicos se reconstruye en el mito del matrimonio, la rivalidad entre hermanos, el complejo de Edipo, los pecados y la ironía del destino. En esta obra, Nelson fue capaz de transformar todas las experiencias humanas en una belleza poética.

En total, escribió 17 obras de teatro, frecuentemente divididas en tres grupos: psicológicas, míticas y tragedias cariocas. Llamó a su teatro “el teatro de lo desagradable” y tenía la convicción de que debía sostener un espejo frente a la hipocresía de la sociedad y exponer la oscuridad en el corazón de la audiencia. “Tenemos que llenar el escenario con los asesinos, los adúlteros, los locos, en fin, debemos disparar una salva de monstruos en la audiencia”, dijo. “Ellos son nuestros monstruos, que temporalmente liberarnos tan solo para enfrentar otro día”. Los conservadores lo etiquetaron como un “pervertido” por su exploración casi obsesiva de los tabúes sexuales como el adulterio, la homosexualidad y el incesto, que en gran medida, exploró en sus obras y otros trabajos literarios.

Tenía una visión muy singular en lo que respecta a teatro y lo que creía como dramaturgo. En una entrevista que concediera el mismo año de su muerte, alegó que el teatro estaba aún por nacer. “Es un género con unos pocos cientos de años de retraso y sofocado por mil prejuicios que, inevitablemente, castran el impulso creativo del dramaturgo.” Durante la misma entrevista, cuando se le preguntó qué esperar del público, respondió diciendo: “En primer lugar, el público debe ser eliminado. Firmemente creo que los mismo intérpretes e incluso todos los elementos de la representación, el director, diseñador y los actores todas estas personas no hacen más que entorpecer la labor del dramaturgo y desfiguran la auténtica realidad”.

Su legado va más allá de las 17 obras de teatro. También incluye 10 novelas y cientos de cuentos agrupados bajo el título de La Vida Tal Como Es (A Vida Como ela é), publicado originalmente por el diario Última Hora. Cuarenta de estos cuentos, hasta el día de hoy, se han producido y transmitido a nivel nacional en Brasil por TV Globo, como espectáculos semanales. De igual han sido transmitidas en Portugal por la televisión nacional, y en Francia, Canal Plus presentó en francés bajo el nombre de L ‘amour à la brésilienne las cuarenta historias producidas por TV Globo. Rodrigues también escribió tres telenovelas, y se han producido películas basadas en su trabajo, algunas de ellas con reconocimiento internacional.

Nota: La editora Adriana Hidalgo ha publicado un primer volumen de la serie La vida tal cual es, con la que Rodrigues enganchó al Río de Janeiro de los años cincuenta a sus relatos reales que aparecían en Última Hora. La cual está a la venta y traducida al castellano.

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