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NGC 6101, cuna de agujeros negros.

Publicado el 10 septiembre 2016 por Daniel Prieto González @100cerosblog

NGC 6101, cuna de agujeros negros.

Cúmulo globular NGC 6101
(Fuente: www.nasa.gov)

Hasta ahora, considerábamos a los agujeros negros objetos astronómicos solitarios que no tenían contacto con otros de su "especie". Sin embargo, hace unos meses, los científicos detectaron un fenómeno que ya había predicho Albert Einstein en 1916 a través de su Teoría de la Relatividad. Se trata de las ondas gravitacionales, deformaciones en el espacio-tiempo provocadas por la fusión de dos agujeros negros. Por ello, los agujeros negros dejaron su solitaria vida en la mente de los científicos y empezaron a "relacionarse". Pero hemos avanzado un paso más.

Científicos de la Universidad de Surrey (Reino Unido), con ayuda del cazador de estrellas más famoso, el Telescopio Hubble, han descubierto algo que hasta ahora parecía imposible. Se trata de un cúmulo globular (llamado NGC 6101) con cientos de agujeros negros, es decir, han pasado de vivir en solitario a hacerlo en manada. Pero antes de continuar, debemos preguntarnos: ¿qué es un cúmulo globular de estrellas?


Este tipo de cúmulo estelar es una zona del espacio donde se acumulan entre 100.000 y 1.000.000 de estrellas viejas que están ligadas entre sí gravitacionalmente. Al estar en esta situación, todas estas estrellas giran alrededor del centro de una galaxia al igual que un satélite gira alrededor de un planeta. La edad de sus miembros es lo que dota a este cúmulo globular de su característico color dorado.
Y con esta definición explicamos en parte el origen de todos estos agujeros negros. Al ser estrellas viejas y de gran tamaño que han consumido gran parte de sus gases, no es de extrañar que muchas de ellas mueran y formen los agujeros negros. Recordemos que estos últimos se forman cuando la masa entera de la estrella colapsa sobre si misma y produce un agujero en la red espacio-temporal, absorbiendo todo lo que hay alrededor de este. El gran número de estos objetos astronómicos da una pista a los científicos de donde buscar las ondas gravitacionales, ya que al haber cientos de agujeros negros es muy probable que algunos de ellos acaben por fusionarse.

NGC 6101, cuna de agujeros negros.

Recreación de un agujero negro en la película Interstellar.
(Fuente: www.gizmodo.com)

Hasta este descubrimiento, los científicos consideraban imposible que tantos agujeros negros se concentrasen en un cúmulo estelar. Esto se debía a que antes de convertirse en agujeros negros, debían sufrir una supernova que desplazaría a los objetos ya creados hacia otros lugares del Cosmos. Sin embargo, esto no ha ocurrido por motivos que los científicos desconocen.
Nota: Las supernovas son estrellas en explosión que liberan una gran cantidad de energía y se manifiestan por un aumento notable de la intensidad del brillo o por su aparición en un punto del espacio vacío hasta el momento. Posteriormente, estas explosiones tienen dos finales: estrella de neutrones o agujero negro.
Pero, ¿cómo se ha hecho este descubrimiento? Los científicos de la Universidad de Surrey emplearon simulaciones en ordenador e imágenes obtenidas por el telescopio Hubble para estudiar este cúmulo estelar. Los agujeros negros, al no ser visibles por el telescopio, fueron hallados estudiando el efecto gravitatorio que este producida en los cuerpos de la zona. Estudio que acabó siendo confirmado por las avanzadas simulaciones realizadas desde el laboratorio.
Como expresó el líder de la investigación para la revista Monthly Notices of The Royal Astronomical Society, Miklos Peuten, esta investigación es muy importante para la búsqueda de agujeros negros, ya que ahora saben que objetos anteriormente aburridos como este cúmulo son, quizás, una de las zonas más interesantes para el estudio de los agujeros negros.

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