Revista En Femenino

Ni contigo ni sin ti

Por Titiroca

Muchos días el resumen de la relación con mi pequeño bombón, de prácticamente 2 años, es ése: ni contigo ni sin ti.

Es conocido por todos la dependencia existente de un bebé con su madre pero... y ¿la de una madre con su hijo? De eso no se habla casi, en cambio sí de la mamitis que tienen los niños, que no nos dejan solas ni a sol ni a sombra, que no podemos ni ir al baño tranquilas, etc., llegando incluso a cuando son adultos seguir buscando la aprobación desmedida de sus madres aunque ya hayan formado sus propia familia.

Antes de ser madre ya sabía que mi vida no iba a ser la misma, que iba a dar un giro drástico de 180 grados. Lo que no sabía es que YO dependería de ella. Y, a día de hoy, a veces creo que más de lo que ella depende de mí.

Ni contigo ni sin ti

Tengo claro que es necesaria cierta desvinculación entre madre e hija, tanto para ella como para mí, y trato de desligarme de ella para darle su dependencia emocional, su autonomía y seguridad en sí misma. Trato de seguir teniendo vida social, muy necesaria, pero a veces aún sabiendo que está la niña con su padre jugando y divirtiéndose, no puedo evitar echarla de menos y sentir que me falta algo. La sensación se "asemeja" a tener un run run en la cabeza, como la duda de si te has dejado abierto el gas al irte de casa. Un pequeño agobio que de vez en cuando no me deja disfrutar del momento.

Ni contigo ni sin ti

Es más, aún pasando toda la tarde con rabietas, lloros, pataletas, no puedo evitar cuando cae la noche acercarme a su cuna y verla dormir mientras se me cae la baba... Pero, ¿cómo es posible? si me ha hecho pasar una tarde infernal, desesperándome, llegando a llorar por el cansancio, deseando que llegue el padre a echarme un mano, toda la casa patas arriba,... pero ahí estoy yo, con mi síndrome de Estocolmo, mirándola embobada. La regalaría pero la adoro, vamos, ni contigo ni sin ti.

Ni contigo ni sin ti

Otras tardes, a lo mejor se encuentra ella tranquila en el salón mientras yo estoy en la cocina preparando la cena, y hay algo que me hace ir sigilosamente a donde esté ella a ver qué hace. Pero... ¿no está tranquila? ¿No sabes que está jugando a hacer castillos con su juego de bloques? ¿Para qué vas? ¿Para que te vea y lloriquee? Pues no aprendo. Soy masoca.

Ni contigo ni sin ti

Es un ni contigo ni sin ti en toda regla. A vosotr@s ¿también os pasa?


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