Revista En Femenino

Ni su casa ni la mía, la nuestra...

Publicado el 03 diciembre 2012 por Bebloggera @bebloggera
Por Maha Lub desde España 

Hace un par de meses me tomó muy fuerte de la mano y dijo no te marches ahora, quédate conmigo, me besó y la realidad se desvaneció en nuestros labios. Dos meses nada más y ya estamos buscando un hogar para vivir juntos, un lienzo en blanco sobre el que pintar nuestra nueva verdad.

Ni su casa ni la mía, la nuestra...
Este es un paso que antes solía dar muy a la ligera, me voy a tu casa o te vienes tú a la mía y poco más, nada de pensar mucho, dicho y hecho, sin intensidades. Entonces, ¿por qué ahora siento tanto vértigo? Tengo un nudo en la garganta, el pecho me oprime y las mariposillas de la tripa me lanzan bocados. No entiendo que estas sensaciones me golpeen ahora que soy la mujer soñada por el hombre de mis sueños.

Haciendo caso a mi forma de ser en el pasado, debería estar tan tranquila pero, esta vez, no es así. Pese a todo, estoy deseando compartir mi vida con él, es bello por dentro y por fuera, tierno, protector, divertido, listo, valiente, gamberro, detallista, consecuente... podría seguir nombrando virtudes pero mejor paro o va a parecer que me poseyó la Pame. 

Ni su casa ni la mía, la nuestra...

¿¡Es mi hombre!? Sí, lo es. Compartimos gustos, amistades y deseos, en muchas cosas somos la noche y el día pero tenemos principios afines. Lo miro y me derrito. Él dice que soy su ángel… Yo no se lo he dicho pero creo que él, es mi dios; es lo que tenemos los animistas, sacamos divinidades de debajo de las piedras, ¡jijiji! En serio, me llena de amor y de dicha, él me convierte en alguien mejor, ¿acaso no es eso lo que hacen los dioses?
Mi historia con semejante adonis no se parece en nada a cuanto he vivido, camino sobre tierras desconocidas y, aunque cargo con mariposas que parecen pirañas, me excita descubrir este nuevo mundo, soy una aventurera nata.

Ni su casa ni la mía, la nuestra...

Ilustración original de la @p0ps_ vandalizada pour moi


Pero…
¿Por qué me siento al borde del desmayo? ¿Alguna sabe explicarme de dónde viene este vértigo? Tal vez eso dé igual y todo cuanto hablemos sea insignificante, el amor se expresa sin palabras; además, un puntillo masoquista sí que tengo y hasta les estoy pillando el gusto a las pirañitas. De todos modos, no puedo dejar de preguntarme si he perdido la cabeza. ¿Qué creéis, chicas? ¿Cómo os habéis sentido vosotras antes de empezar a vivir junto a alguien? 

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