Revista Opinión

Ni voltear pa’ llá

Publicado el 05 junio 2016 por Jamedina @medinaloera

Atardecer en Temastián. De Humberto Aguilera en Facebook.

Temastián, Jal.

Hace más de 50 años, recién llegado a Guadalajara procedente de mi tierra, Temastián, en el Norte de Jalisco, me encontré aquí con un paisano compañero de primaria que había hecho ya su primer viaje a los Estados Unidos donde tuvo oportunidad de ganar algunos dólares. Fuimos a cenar, platicamos y se me ocurrió preguntarle si ya había vuelto al pueblo: “No –me dijo casi enojado–, ni voltear pa´ llá”.

Me sorprendió la respuesta porque a diferencia de este amigo, a mí desde niño me enseñaron a querer mi pueblo, tierra de labradores, empezando por mis abuelos –uno de ellos quería que yo fuera labrador, “porque no hay mejor oficio”–, y radicado ya en Guadalajara no pasó un año sin que regresara a Temastián, a donde he vuelto infinidad de veces.

Esa noche pensé en la respuesta de mi paisano, que después de medio siglo he tenido presente: “Ni voltear pa’llá” significa para un inmigrante el vano intento de borrar su pasado, y peor todavía, representa un odio insano a sus orígenes territoriales, familiares, sociales, tradicionales, algo ilógico, antinatural, antisocial, antihistórico, lo que lamentablemente he vuelto a ver en otras personas.

Aprendí entonces que con frecuencia muchos quieren borrar su origen porque a su juicio éste fue tan malo que ahora lo sienten como un estorbo, un lastre que debe eliminarse a como dé lugar, pero esto es imposible porque sólo a un imbécil se le ocurre desprenderse de sus raíces que forman parte de su propia naturaleza (“Yo soy yo y mi circunstancia”, decía el filósofo español Ortega y Gasset).

El caso Donald Trump

El tema de este comentario viene al caso por un reciente informe del rotativo escocés “The National”, según el cual la madre del hoy político estadounidense Donald Trump, virtual candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, quien se ha destacado por su campaña en contra de los inmigrantes, fue ni más ni menos que una humilde inmigrante.

Resulta que Mary Anne née Macleod, madre de Donald Trump, nació en el pueblo de Stornoway, Escocia, y obtuvo la ciudadanía británica por nacimiento en el año 1912.

Como muchos inmigrantes hispanos y de otras partes del mundo, esta mujer salió de su tierra en 1930 –cuando tenía 18 años- en busca de una vida mejor. ¿Cuál fue su apuesta?, Nueva York. Buscando como muchos el llamado “sueño americano”, viajó de Isle of Lewis a la Gran Manzana con menos de 50 dólares encima. Su interés era iniciar labores como empleada doméstica una vez llegara a América.

Mary Anne, la menor de 10 hijos, emigró además buscando escapar de un escándalo familiar. Según la historia, una de sus hermanas quedó embarazada fuera del matrimonio.

Nadie puede borrar su pasado

Así como Trump hace esfuerzos sobrehumanos para borrar su pasado con tal de ser presidente de Estados Unidos, cosa que dudo todavía, igualmente hay miles de mexicanos, incluso jaliscienses, que gozan con negar su origen y maltratar a su propia gente, para demostrar con ello su muy discutible superioridad.

http://javiermedinaloera.com/

Artículo publicado por el semanario Conciencia Pública en su edición del domingo 5 de junio de 2016.


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