Revista Cultura y Ocio

Nicanor

Publicado el 14 octubre 2015 por Icastico
0_Nicanor-AcostaFoto eldiario.es

Nicanor Acosta es un “anciano” y conocido activista de A Coruña. No es lo mismo que un activista anciano. El activismo quita años, rejuvenece mucho, sobre todo el corazón. Dejémoslo en veterano activista. Un ex cura que allá por los 70 presentaba claros síntomas de alergia a Fascisto Franco y remediaba su mal militando en el partido comunista de Galicia. De aquellos curas obreros que abrían “sus” iglesias (la casa de dios) para refugio de los acosados por los temibles “grises”, autómatas de la represión en cualquier manifestación obrera, o que los amparaban a escondidas en sus casas, dándoles de comer; curas que acabaron en la trena por tan humanitarios gestos. Por abusar de un menor, no, son asuntos menores.

Reconvertido a luchador contra la exclusión social, los desahucios, los recortes en sanidad, en educación, contra el desgobierno del señorito Feijóo De Galicia, eterna cuna de ilustrísimos caciques. Asiste asimismo a concentraciones que repudian el chorreo incesante de asesinatos machistas de mujeres en España, dando la cara y la voz con su inseparable megáfono en primera línea de “fuego”. A mi modo de ver, es tan comunista como el Jesús verdadero (no el de merchandising) por mucho que escueza a la santa curia o a la más pederasta. El hijo de Dios estaría orgulloso por tan santa reprentación. Nuestro Fernández Del Interior, sin embargo, – ese confundido jevimetal de la cuchilla y concertina carnicera, picadora de carne humana y legal (para el ministro, ilegal) – le impone de premio la “ley mordaza”, que a Nicanor le lleva salido por 2.700 € al haber participado en varias movilizaciones, de esas que hace nada eran saludable expresión de democracia, a la que estos descendientes de Fascisto dicen representar. Nicanor está recurriendo una multa de 600 euros que le pusieron por intentar parar el desalojo de una mujer cuatro años mayor que él, Aurelia Rey, en febrero de 2013. Según la policía cía (no es un error) por probadas (¿?) “…reacciones en el público que alteran o pueden alterar la seguridad ciudadana”.

Nicanor califica de “totalmente injusta” su sanción “y las de todos” los que luchan por el cumplimiento “de un derecho básico como es la vivienda”, “sencillamente, iba relatando lo que pasaba con mi megáfono”. Tras la vista prometió seguir en la lucha social. Es un orgullo saber que en mi país hay personas de 76 años capaces de luchar por todos los demás, activos o pasivos, sin derramar una gota de sangre ni acabar con un ojo ajeno por un pelotazogoma. Chapó, Nicanor y demás nicanores anónimos, que los hay a montones. 76 tacos de dignidad, bien clavaos. Espero que en el bombo de la justicia haya una bolita de valor porque ahora toca al juez ser el valiente.

El adocenamiento es un hecho, la necesaria insumisión una quimera… hasta que nos falte el mismo pan, o los juguetes tecnológicos con todas sus app’s, auténtica droga dura. Será por lo último, appañados estamos, o apepesados, contaminados de “pes”, prendidos. Todos los demás derechos han sido ya recortados, sin prisa pero sin pausa, a velocidad crucero, nos han ido creando una elasticidad perjudicial, han sabido dosificar nuestro aguante, se ve que nos iban sobrando derechos por la laxitud demostrada. Ahí, cuando falte el pan o las app, se acabará el “resistiré” famoso (espero), himno del indignado, melodía, por cierto, que también le encanta a nuestros opresores, mientras solo sigamos resistiendo.


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