Nicole Richie: La Reina del Boho y sus 1001 looks

Creo que no hay demasiada gente que no conozca a NICOLE RICHIE. Celebrity, aunque se haga llamar diseñadora, actriz o estilista -como el resto de celebrities que no tienen nada que hacer- si que hay una cosa que no se le puede discutir: es un icono. Y no solo para la comunidad de wannabes de la Red, no, tampoco cuando tuvo esa fase de (ella dijo que no tenia) trastornos alimenticios y era thinspiration de anas y mias. No, ahora es madre y próximamente la señora Madden, por lo cual, hay que formalizarse. Dejando atrás las malas amistades y centrándose en formar un hogar con niños de nombres impronunciables, Nicole Richie es la Reina del Boho-Chic, y quizá la alumna más aventajada de esa estilista tan exigente (y sin sombra dada su delgadez) que es Rachel Zoe. Personalmente, creo que Nicole Richie es el referente de estilo favorito.
Nicole Richie ha cambiado de look unas mil veces desde que la conocimos en ese reality carente de interés que era The Simple Life, en el que junto a su amiga, la también celebrity por mérito propio Paris Hilton, nos mostraban la vida de dos herederas que decidían mezclarse con los plebeyos del mundo real y aprender a lo que comunmente se le llama ganarse un sustento, o lo que es lo mismo, a trabajar. Bien, y aunque ese show fue un fiasco (lóoogico), Nicole entró en nuestras vidas, y vimos en vivo y en directo (y diariamente) su transformación de choni de discoteca a style icon. No solamente en cuanto a ropajes y kilos de peso, no, también en cuanto a pelos.Richie es de ascendencia afrolatina, por lo cual, tiene un tipo de ricito que requiere cuidados intensivos (sé lo que sufre, solo hay que ver a la pequeña Harlow), pero eso no le ha impedido cambiar una y mil veces. Flequillo, sin flequillo, a un lado, a otro, rubia platino, rubia dorada, pelirroja (si Picasso tuvo su Etapa Rosa, por qué ella no iba a cambiar de color) morena, pelo corto, pelo largo, extensiones y un largo etcétera. Nuestro favorito es su peinado actual: largo, castaño chocolate, con flequillo recto y ondas. Un toque setentero que no le sienta nada mal.
¿Qué os parece?