Revista Cultura y Ocio

Niño de cuna – @IstarCollado

Por De Krakens Y Sirenas @krakensysirenas

Estaba dormida, y otra vez ese llanto…Ese llanto que no cesa, que no me deja vivir. Estoy cansada, agotada, y ya no me quedan fuerzas. Pero aun así, sé que debo levantarme y llegar hasta su lado. Sé que necesita mis brazos, que necesita mi cuerpo. Necesita mi calor. Y él es todo para mí. Iría hasta a los infiernos solo por estar con él.
Me incorporo, cruzo el estrecho pasillo y me acerco a su cunita, y le cojo entre mis brazos, y le siento, y siento el mundo a mis pies. Ya no llora, ahora sonríe. Me sonríe. Y solo por un instante, llego a sentirme feliz.
Y otra vez esos golpes en el pecho que me despiertan del todo. Y ahora ya no veo nada. Solo unos brazos vacíos. Siento frío, un frío helado, pero dentro, en el pecho. Siento náuseas. Y no me puedo mover.
“Abre los ojos”, me digo. “Abre los ojos y mira”. Y me obligo, y los abro. Como ayer, como anteayer. Y los dirijo a su cuna, a mi cuna. A su vida, a mi vida, a esa vida que se fue. Y no hay nada. Y me duele. Duele tanto que me rompo. Y en medio de este vacío, le recuerdo. Recuerdo diez mil momentos, su sonrisa, y sus manos en las mías.
Y parece que hace un siglo cuando mi vida era mía. Cuando lo tenía todo. “Lo tenía todo” pienso. Y una mueca parecida a una sonrisa quiere atravesar mi rostro, que se niega a sonreír. Porque no tenía nada hasta que le conocí. Porque ya en aquel momento intuí que todo lo que tenía no valdría para nada si un día me faltaba él. Y por desgracia hoy lo sé. Y hoy lo daría todo, todo, por tenerlo un segundo entre mis brazos y desaparecer con él.

Visita el perfil de @IstarCollado


Volver a la Portada de Logo Paperblog