Muchos niños y bebes pasan casi tres horas delante del televisor cada día, según un nuevo estudio, y más sobre todo si sus madres son obesas y adictas a la televisión ellas mismas, o si los bebés son quisquillosos o activos.
Las madres utilizan la televisión como una forma de calmar estos niños que podrían ser un poco más difíciles de tratar, según dice la autora principal del estudio Amanda Thompson, profesora asistente de antropología en la University of North Carolina, en Chapel Hill.
Otros estudios han demostrado que ver la televisión a una edad temprana puede ser perjudicial y la televisión puede retrasar importantes etapas del desarrollo.
Para el estudio, el equipo de Thompson observó a más de 200 pares de madres con bajos ingresos y sus bebés en un estudio sobre el riesgo de obesidad en los niños.
Los investigadores encontraron que los bebés de tan sólo tres meses eran sentados frente a la televisión durante casi tres horas al día. Y el 40 por ciento de los niños estaba expuesto a la televisión por lo menos tres horas al día para cuando tenían un año de edad.
Las madres obesas, que veían mucha televisión y cuyos hijos eran quisquillosos, eran más propensas a poner a sus hijos delante de la TV, según encontró el grupo de Thompson. La actividad continuaba durante la hora de la comida en muchas familias, según hallaron los investigadores. Las madres con más educación tenían menos probabilidades de dejar encendido el televisor durante las comidas.
Las madres obesas tienen más probabilidades de ser inactivas o sufrir de depresión. Son más propensas a ver la televisión ellas mismas, por lo que sus hijos están expuestos a más horas de televisión también.
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