Revista Infancia

Nintendo Virtual Boy ¿La peor consola de la historia?

Por Juan Carlos Fernández

El mundo de las consolas marcó un antes y un después, sin duda, en los años 90. Es cierto que antes de esa década ya teníamos consolas (casi todas ellas míticas) y después es obvio que han salido otras con tecnología impresionante, pero fue en los 90 cuando surgieron y se consolidaron muchas de las más míticas y que marcaron el camino a las siguientes.

Podríamos hablar en ese sentido de la Nintendo SNES (1990), la Nintendo Game Boy (1990), Sega Mega Drive (1990), Sega Game Gear (1990) o Sony Play Station (1995). Estas, entre otras, son consolas que supusieron un punto de inflexión en este campo y que gracias a ellas se allanó el camino a que las consolas y videojuegos se viesen como parte del entretenimiento de masas.

Sin embargo, existieron otras consolas que pasaron desapercibidas y que hoy pocos recuerdan. Ya fuese porque técnicamente eran pobres, por que llegaron en un mal momento o, simplemente, porque no cuajó la idea, ciertas consolas que salieron al mercado en los 90 se retiraron  rápidamente y hoy en día sólo se pueden ver en clubs de aficionados, muchas de ellas convertidas en objetos de culto. Un ejemplo de ello es la Nintendo Virtual Boy.

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Nintendo Virtual Boy

Corría el año 1995 y Nintendo, con una visión que se adelantó décadas a lo que ahora mismo está llegando, quiso lanzar (y así lo hizo), una consola portátil de realidad virtual y  32 bits.

El sistema era realmente curioso. En realidad eran una especie de gafas que se unían a un trípode no regulable y un mando. Para jugar había que mirar por las gafas y lo que se veía era un efecto tridimensional aunque monocromático, lo cual quitaba bastante realismo al juego.

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Como apuntamos antes, la Nintendo Virtual Boy era una consola de 32 bits, por lo que se desmarcaba de los 16 bits imperantes hasta ese momento  y se sumaba a la corriente de las consolas de nueva generación 32 bits como la Sony Play Station y la Sega Saturn. Como procesador llevaba un NEC V810 a 20 MHz con 1 mega de RAM y una resolución de de 384 x 224 píxeles. Eso sí, al ser una consola portátil (semi portátil diría yo), usaba 6 pilas AA.

Aunque la idea que albergaba esta consola no era mala, lo cierto es que fue un absoluto fracaso, tanto que ha llegado a ser descrita como la peor consola de la historia y jamás llegó a salir en Europa. Varias son las causas de tal desastre:

  • Por un lado la ergonomía de la consola era desastrosa. Al tener que mirar por una especie de gafas y al estar estas unidas a un soporte no regulable, la posición que debía adoptar el jugador era incómoda y los dolores de espalda frecuentes.
  • La realidad virtual era la enseña de esta consola, pero el hecho de que los gráficos fueran monocromáticos quitaba mucho mérito al 3D que, por otra parte, estaba muy bien conseguido para aquella época.
  • El catálogo de juegos que tenía era limitadísimo. No llegó a alcanzar ni los 30, siendo el más vendido el Mario Tennis.
  • La consola se sacó con muchas prisas y muy poco testada. Sin duda Nintendo quiso que saliera antes que las consolas de 32 bits y esa meta le pasó factura.
  • El precio era muy alto para tratarse de una consola portátil. Ni más ni menos que 180 Dólares de 1995.

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En fin, la Virtual Boy es un ejemplo claro de una buena idea mal ejecutada o, quizás, ejecutada demasiado pronto. No debemos olvidar que la realidad virtual es algo que lleva dando vueltas mucho tiempo y que no está siendo hasta hoy con PlayStation VR u Oculus cuando están llegando realmente productos de calidad al gran público. Quizás Nintendo pecó de ambición o de proyecto innovador, pero eso es algo que siempre ha caracterizado a la compañía nipona.


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