No apartar la vista de quien realmente es nuestro enemigo

Cuando las dudas asaltan, cuando la desconfianza penetra dentro de nosotros, esto solo lleva a una confusión total.

En general tenemos bastante tendencia a irnos por las ramas y descuidar la vista del que realmente podemos asegurar que es nuestro enemigo.

Me refiero cuando tenemos una complicada situación laboral.

Son pocos los trabajadores que en los últimos tiempos y realmente gracias a los sindicatos, están al 100% con los representantes legales, ya que les asocian a los dos grandes sindicatos en general.

Tampoco son de mucha ayuda esas personas liberadas que a pesar de que yo particularmente pienso que son necesarias, si es cierto que en muchas ocasiones la manera en la que llegan a su liberación deja mucho que desear y en consecuencia esto trae la desconfianza implícita.

Pero en tiempos de negociación ante cualquier medida que plante la empresa a los trabajadores habremos de mostrar nuestra incondicional apoyo a los delegados, pues de esto también puede sacar beneficio los empresarios y así como una de sus metas es la desunión de los trabajadores, también quieren utilizar la desconfianza en los distintos Comités de Empresa.

Las dudas que nos puedan crear nuestros "compañeros" delegados han de aparcarse durante el tiempo de negociación, ahora bien, esto no es impedimento para seguirles de cerca y estar muy atentos si no tienen nuestra confianza.

Mostrar nuestras dudas cuando se hagan asambleas para los trabajadores y que aclaren aquello en lo que nosotros tenemos temor ante su actuación.

Una vez pasada tal negociación si fuese un clamor general hay medios para revocar a los Comités de empresa y convocar nuevas elecciones sindicales.

Ahora bien, con los delegados tendremos desconfianza y poca afinidad, pero quien realmente es nuestro enemigo es la empresa, es la que nos quiere imponer medidas por lo general llenas de falta de derechos y amenaza constantemente con el despido.

Seria bueno hacer asambleas en los centros de trabajo al margen de los delegados sindicales, asambleas abiertas a todos aquellos que quieran asistir y debatir entre las compañeras todo aquello que nos preocupa y como vemos la situación, hasta llegar incluso al consenso en hechos puntuales para llevar a la asamblea general de trabajadores propuesta por los Comites.

Esto no dará imagen de desunión a la empresa muy al contrario la hará pensar que estamos organizadas y que no somos peleles en manos de los delegados sindicales ni de los sindicatos.

Si bien estas asambleas estarían enfocadas a debatir el problema que nos ocupa y las posibles medidas de actuación que pensamos han de hacerse en caso de que así fuera. También son buenas para entre todos explicar y entender aquellas medidas de recorte que el Gobierno casi a diario nos impone y como nos puede afectar a cada uno de nosotros.

Asambleas en la calle o en el centro de trabajo en el tiempo de descanso o fuera de la jornada laboral, pues ya es sabido que durante la jornada no se pueden realizar si no se dispone de permiso para ello.

Pero hay que ser realistas y saber que este es un trabajo en el que todos debemos de tomar conciencia y responsabilidad, así evitaremos que se nos trate de conspiradores y manipuladores donde solo habrá trabajadores responsables de sus derechos y obligaciones.

Tema no nos falta aunque en nuestros trabajos no haya problemas de ERES o regulación de cualquier otro tipo, véase la reciente modificación por el Gobierno de las Pensiones y del paro para mayores de 55 años.

La información es un arma que ningún empresario quiere en sus plantillas y todos sabemos que informarnos en casa...puede dar pereza, no así si se debate entre los compañeros que vemos y con los que compartimos tantas horas al día.

Asambleas, información, intercambio de opiniones y actividad laboral es lo que los trabajadores hemos de tener y de lo que las empresas quieren privarnos para que nos preocupemos de otras cosas que de momento no deben de acaparar nuestra atención, en la medida en que estemos debidamente informados, estaremos más en disposición de reclamar aquello que creemos que es justo y que los delegados habrán de hacer llegar a las empresas en nuestro nombre.

Perder el miedo a significarnos por hablar y ante la presencia de alguien en quien no confiamos ganaremos en este tipo de asambleas en las que la libertad será la bandera y además informar a todos aquellos que estén fuera de nuestro circulo de trabajo para que vean a lo que nos exponemos diariamente y que puede que no sepan por estar alejados de nuestro colectivo.

La unidad y la información son nuestras armas, vamos a utilizarlas debidamente para llegar a la victoria.