No caigamos en la trampa, no olvidemos al señorito pujol

El ébola y las tarjetas negras de Caja Madrid nos han hecho olvidar por unos días los delitos y abusos de poder del "Clan de Jordi Pujol", el mafioso que quería convertir Cataluña en un coto de caza privado para disfrute de delincuentes y ladrones. Olvidar a los Pujol es dejar de ser ciudadanos y demócratas. Recordarlo, acusarle e indignarse ante tanta suciedad familiar y política contribuye a limpiar la basura de España. --- El largo y aparatoso registro de la vivienda de Oleguer Pujol Ferrusola, su traslado a comisaría y su imputación por los presuntos delitos de blanqueo de capitales y fraude fiscal es otro eslabón en la sucesión de pesquisas policiales y acoso al clan delincuente de los Pujol, propietarios, según algunos cálculos policiales, de mas de 2.000 millones de euros, amasados a base de comisiones y contratas ventajosas otorgadas por la Generalitat, donde tenían mano y la metían sin disimulo.

El siguiente soneto, de Felix, difundido por Internet, va dedicado al impulsor del independentismo catalán e inventor del lamento "España nos roba", cuando en realidad era Don Jordi y su saga los que esquilmaban el país.

EL SEÑORITO
(Soneto)

Un enano, cabrón, calvo y tripudo,
un jeta acomplejado y adiposo,
obsoleto, gagá, trincón, baboso,
tartaja, correlindes y ojerudo.

Pedigüeño un gorrón morrocotudo,
de la doblez un falso virtuoso,
de mil asuntos turbios sospechoso;
un, si no cabezón, sí cabezudo.

Si así calificarme se permite,
ya veis que en mis cuartetos lo describo;
y pues racista saliera el señorito,

no creyendo pasarme ni un ardite,
a fuer, le añadiría, de objetivo,
desmayado un tupé y un bigotito.

Autor:

Félix,
“un andaluz desarraigado, destruído y anárquico,
en estado de ignorancia y
de miseria cultural, mental y espiritual”.