Revista Ciencia

No deberían existir planetas alrededor de una gigante roja…

Por Juanjogom @juanjogom
No deberían existir planetas alrededor de una gigante roja…

Disco de polvo rodeando a un a estrella evolucionada (ESA/VLTI)

 
Solo fue una simple observación, nuestro destino se situaba a unas decenas de años luz de la antiguamente conocida como constelación de Vela, esa vieja manía del capitán de cartografíar cada sitio por el que pasábamos…

Por antiguas observaciones sabíamos que existían, sorprendentemente existían. Discos de polvo y gas alrededor de antiguas estrellas, gigantes rojas que en el final de sus vidas habían engullido y desintegrado sus sistemas planetarios intentando redimirse antes de terminar sus longevas existencias. 

Los viejos telescopios de principios del siglo XXI habían conseguido retratar los pasos previos de lo que ahora estábamos a punto de ver. 

No deberían existir planetas alrededor de una gigante roja…

Detalle del disco de gas y polvo alrededor de la estrella doble IRAS 08544-4431 (ESA/VLTI)

La vieja estrella doble IRAS 08544-4431 había sido de las primeras en mostrarnos sus secretos. El conocido VLTI (Very Large Telescope Interferometer) nos sorprendió con una nítida imágen de un disco de polvo circundante a una gigante roja. Ese disco sólo debía existir alrededor de estrellas jóvenes, en pleno proceso de formación estelar y de los protoplanetas que más tarde conformarían un verdadero sistema planetario. 

Disminuimos la velocidad, y ahí estaban (al capitán le encantaba la manera en la que el cosmos nos tomaba el pelo una y otra vez), toda una pléyade de nuevos planetas alrededor de una devastadora y enorme gigante roja. La segunda generación de planetas que una sola estrella había sido capaz de crear. 

Nos detuvimos solo por unos minutos, pensando si la vida tendría tiempo de surgir por segunda vez en el mismo sistema solar, incluso si conseguía surgir y evolucionar, si sería capaz de sospechar lo que su venerada y gigante estrella natal había hecho con la primera generación de planetas que la orbitaron. 

Ya estábamos a millones de kilómetros cuando todavía resonaba la grave voz del capitán… “nunca dejará de sorprenderme todo esto, las mismas cenizas,… quien lo diría…”

Fuente: Eso News


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