Revista Coaching
No es lo mismo lo que piensas, 5rt
lo que quieres decir,
lo que crees decir,
lo que quieres oír,
lo que oyes,
lo que crees entender,
Y lo que entiendes.
Todos nos comunicamos y nuestro cerebro decodifica esas señales y activa la alarma cuando nos sentimos atacados.
En muchas ocasiones no se trata de lo que dices, sino de cómo lo dices. A veces no son las palabras sino el tono de voz o los gestos los que marcan la diferencia. De hecho, el sarcasmo puede cambiar completamente el significado de las mejores palabras
Cuando estamos enfadados o enfadadas no podemos convencer a alguien de que no lo estamos si nuestra actitud desvela que nos sentimos molestos e incómodos.
En otras ocasiones transmitimos un buen mensaje pero no elegimos el tono o las palabras adecuadas. Por ejemplo, una crítica puede ser constructiva si utilizamos las palabras adecuadas pero esa misma crítica puede ser destructiva y hacer daño a la persona si usamos el tono erróneo.
Recuerda que la clave está en comunicarnos con sinceridad, afecto y respetando al otro.