Revista Cultura y Ocio

No es magia, sino poder de Cristo.

Por Santos1
Santos Theopento y Theonás (o Sinesio). 3 y 5 (Iglesias Ortodoxas) de enero.

No es magia, sino poder de Cristo.

Manuscrito miniado.
Biblioteca de
Darmstadt. Siglo XVI.

Ambos padecieron en Nicomedia de Turquía, a inicios del siglo IV. Theopento era obispo de Nicomedia imperando Diocleciano. Predicaba abiertamente contra la idolatría y la cruel persecución hacia los cristianos, por lo que fue hecho prisionero. Fue conminado a sacrificar ante una estatua del dios Apolo, pero se negó. Entonces le arrojaron a un horno encendido, del que salió milagrosamente vivo cuando abrieron el horno esa noche. Pensando que era cosa de magia, Diocleciano pensó agotar a al santo privándolo de comida y bebida durante 22 días, pero el confesor de Cristo no se agotó, sino que al contrario, permanecía cada día más fuerte y animoso.
Entonces el emperador mandó traer a un hechicero famoso llamado Theonás, para que venciera con sus artes mágicas la “magia” de Theopento. Theonás envenenó un pastel y lo dio a comer al obispo, que no sufrió nada. Probó el mago entonces un veneno más fuerte, pero nada ocurrió, entonces Theonás creyó en Cristo, confesó su Nombre y fue bautizado por Theopento con el nombre de Sinesio, que significa "lleno de entendimiento". A la mañana siguiente Diocleciano supo lo ocurrido y sometió a Theopento a varios tormentos, para al final decapitarle. A Sinesio, antes Theonás le ordenó sacrificar a los ídolos, y como se negó, le enterraron vivo en una profunda zanja. Era el año 303.
A 3 de enero además se celebra a San Gordio de Cesarea, mártir.

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