No es vandalismo, es miedo silenciado

En estos últimos tiempos, Barcelona está convulsionada, como el mundo entero, aunque a veces calle! Tal como están las cosas, quién puede extrañarse de que, cada día con más frecuencia, la gente se rebele contra el “orden establecido“! Tal vez demasiados años hemos estado callados ante el paulatino deterioro de la calidad de vida y el cada día más evidente deterioro de un Sistema que se muestra complaciente, prepotente, ostentoso y corrupto ante los últimos desafíos que estos tiempos difíciles y complicados nos están trayendo! Con la innegable crisis económica y de valores de un Sistema caduco y que pide a gritos su renovación en todos los ámbitos, se cuestionan las soberanías, se mete mano en la cartera del pueblo, se limitan los derechos fundamentales y, con la coartada de la seguridad y la viabilidad del Sistema, se exije responsabilidad y un esfuerzo económico a quienes menos tienen o menos merecen ser castigados!

Y piden que todo eso se acepte en silencio! Sin revueltas, sin manifestaciones, sin insumisión, sin indignados, sin alzar la voz, de un pueblo mundial que clama por volver a la sensatez, la humanidad y la serenidad de un bienestar hoy en entredicho! Mientras, los políticos del mundo entero van perdiendo credibilidad ante su desmesurado esfuerzo por mantener sus prebendas y privilegios, evidentemente cada día más desoyendo las necesidades de sus ciudadanos; los bancos y entidades financieras -que financian a esos políticos- son rescatados de su negligencia y su afán de lucro excesivo por el dinero público que todos aportamos; las plenipotenciarias y tóxicas empresas siguen gozando de privilegios políticos, económicos y legales que encubren su falta de ética y favorecen su crecimiento económico y desmesurado; los altos cargos de éstas y los políticos corruptos que están por encima del bien y del mal, esquivando la responsabilidad en su deficiente gestión, resultando ilesos…

Y qué menos que se ponga en duda todo y a todos en este desaguisado mundial, desde la democracia sin diálogo, los dictatoriales mercados financieros, la monarquía y otras instituciones aferradas al proteccionismo o la mismísima soberanía de los pueblos, de la las Naciones Unidas, de la Comunidad Europea o del G8, G20 o como quieran autodenominarse los presuntos y excluyentes privilegiados! El día que el político cazado en delito sea penalizado y devuelva lo robado, que el gestor de empresa cobre en función de los resultados y de su ética, los bancos asuman una sanción por habernos traído hasta esta situación de bancarrota y la gente se sienta escuchada y entendida por el poder que les otorgamos en las hurnas, se nos podrá pedir comprensión, aceptación, un poco más de paciencia y, tal vez, silencio! Mientras, que nadie se extrañe del ruido, las manifestaciones, las revueltas y la convulsión de la calle ante la difamación, la corrupción cubierta o encubierta y la paulatina destrucción de nuestros derechos personales y colectivos…

Si no hablamos, el miedo en forma de impotencia y de dolor se nos queda dentro… y eso, aunque es el gérmen del cambio, también lo puede ser de la violencia gratuíta e incontrolada o de la manipulación ajena ante cualquier posible y peligroso redentor que aparezca, quizás con un arma cargada o con un crucifijo en mano! El dolor y el miedo -en cualquiera de sus formas- hay que manifestarlo, para que desaparezca! Si se esquiva, se malinterpreta, se desoye, se prohíbe, se coharta o se persigue, se queda dentro y, llegado un buen día, quizás estalla y acaba con todo, ya sea la coherencia, el equilibrio o la paz, la democracia, la monarquía, el presunto Estado de Derecho, los inútiles sindicatos, la mediocridad de la clase política mundial, el Sistema que sustenta la falta de ética y de modales, las instituciones religiosas que callan y los medios de comunicación que solo apluden a quien les paga…

Si hay que cambiar, se cambia. Y debemos empezar por cuestionar todo lo que hay hoy en nuestro mundo loco! Las Naciones Unidas manipuladas por los intereses imperialistas, los parlamentos sin diálogo sincero y positivo, los Estados presuntuosos y artificiales, las entidades financieras que todo lo compran, los mediocres y políticos altos cargos que solo ganan y sonríen en las fotos, las instituciones inoperantes del tipo que sean que solo refugian a ciertos inútiles… Detrás de todo ello y de esta gran mentira colectiva y ya crónica, aparecerá la verdad diversa, tolerante y dialogada, necesaria para renovar y mejorar este mundo! Y aparecerán los hombres honestos, las empresas éticas, las personas de todo tipo y condición, que aún sobreviven bajo el manto de tanta barbarie! Esas personas que, día a día y cada uno a su modo, luchamos por mejorar nuestra propia vida y nuestro pequeño mundo! Porque las hay, porque el heroísmo discreto y silencioso aún existe, como siempre y en todo momento de la Historia ha existido! Al fin y al cabo, cada uno con su conciencia y desde su corazón rinde cuentas a sí mismo y es soberano de su propia vida! Y eso es algo que cada uno de nostros tenemos y la señal de alarma de su movilización no es otra que la infelicidad e insatisfacción personal y/o colectiva, hoy más que evidentes!

Como siempre, todo pasa por el corazón! Y, siendo honesto contigo mismo, todos somos, en una cierta forma, los indignados! Escúcha al corazón, obedécele y actúa según sus designios, a veces demasiado silenciosos! Ahí está la verdad firme, inalterable, difícil de manipular por alguien más y la fortaleza tuya como ser humano, persona, padre o madre, profesional, ciudadano de tu pueblo, nación o mundo, de la Tierra o del Universo entero! Despierta tu Conciencia, sé rebelde y valiente, reclama ya la soberanía de tu vida, dialogando, escribiendo, pintando, cantando, si es necesario gritando… o en silencio, contigomismo!

“No es lo mismo” (Alejandro Sanz)

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