Revista Opinión

No hay gracia sin sufrimiento

Por Beatriz
No hay gracia sin sufrimiento
autor: blog Agua Viva
Hay una frase de San Pablo que los teólogos han tratado de descifrar: "y a causa de la excelsitud de las revelaciones, por lo cual, para que yo no me engría, fueme dado un aguijón de carne, un ángel de Satanás, que me abofetea para que no me engría.  Por esto rogué tres veces al Señor que se retirase de mí, y El me dijo: Te basta mi gracia, que en la flaqueza llega al colmo el poder" -2Cor. 12, 7-9
Algunos interpretan que ese "aguijón de la carne" se trataba de una enfermedad que padecía Pablo, para otros era una tentación de la carne.  En realidad no interesa mucho qué enfermedad o tribulación era, lo importante es saber que "No hay gracia sin sufrimiento".  Pablo obró grandes milagros, muchas conversiones, una gran ciencia y revelación de misterios, pero toda esa lluvia de gracias estuvo acompañada de un sufrimiento que Dios permitió, claro que con la ayuda de la gracia el yugo "es dulce" (Mt. 11, 30).
En santa Rosa de Lima encontramos similar afirmación:
"¡Conozcan todos que la gracia sigue a la tribulación. Sepan que sin el peso de las aflicciones no se llega al
colmo de la gracia. Comprendan que, conforme al acrecentamiento de los trabajos, se aumenta juntamente la medida de los carismas."
 
Al ver tanta oposición al viaje del Papa Benedicto XVI a España, incluso de parte de católicos, recordé que no hay gracia sin sufrimiento.  La Virgen María en Fátima dijo "el santo Padre tendrá que sufrir mucho".  
 
Que se alegre Benedicto, porque tanta oposición hacia su persona:
 
- Fuera de la Iglesia: medios de comunicación buscando la manera de culparlo directamente para juzgarlo por los abusos sexuales de indignos sacerdotes, la idea de un grupo de ateos británicos de arrestarlo ni bien pisara Inglaterra acusándolo de "crímenes contra la humanidad", alegando que no tiene inmunidad diplomática porque el Vaticano no es un Estado reconocido por la ONU, etc.
 
- Dentro de la Iglesia:  El teólogo salmantino Xabier Pikaza habló de un exceso de "papolatría" y que según él "no es la mejor forma de transmitir la fe y evangelizar a la juventud". 
 
Solo indica una cosa: gracia.
 
No hay gracia sin sufrimiento.  La gracia sigue a la tribulación.  Gracia de conversión.
 
Esto lo puede comprender un deportista que sabe que "sin sufrimiento no hay gloria".  Para ser profesional hay que quemarse las pestañas y pasar largas horas estudiando.  Para tener un hijo es necesario sufrir los dolores de parto.  El sufrimiento pasa, la victoria permanece.
 
Cuanto mayor sea la oposición al Papa, mayor será la gracia.  Realmente no tienen idea quién está detrás del Papado de ayer, hoy y siempre.  No es papolatría, es cristología, porque es Jesucristo quien lo sostiene, es Jesucristo quien permite toda esa oposición,  dentro y fuera de la Iglesia, para conceder Su gracia.
 
Así nació la Iglesia: con oposición, con sufrimiento.  Como dijo San Pablo "en la flaqueza", en la tribulación, en los sufrimientos, cuando más débiles estamos, es que la gracia de Cristo "llega al colmo del poder", es más poderosa. 
 
 
 
 
 
 

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