Revista Coaching

No importan los ojos

Por Candreu

No importan los ojosEl fin de semana pasado volví a recorrer, con algunos de mis hijos y otros amigos, un tramo del Camino de Santiago. Pese a lo avanzado del año y a la cercanía del frío y el mal tiempo, la cantidad de peregrinos que ponen rumbo a la tumba del Apóstol sigue impresionando.
Compartimos un trozo del caminar con Klaus, un peregrino alemán que había empezado su peregrinaje en Saint Jean de Pied de Port. Estuvimos hablando de unas cuantas cosas, entre otras, de la hospitalidad que recibía en cada uno de los pueblos del Camino por los que pasaba.
Un señor mayor acostumbraba a sentarse en un banco situado a la entrada de un pueblo, para pasar el tiempo viendo a la gente que llegaba a la población. Un día se le acercó un joven y le dijo:
- Nunca he venido aquí. ¿Cómo son los habitantes de este pueblo?
- ¿Cómo era la gente del pueblo de donde vienes?
- Egoístas y malos. Este es el motivo por el que me alegré de irme- respondió el joven
- Algo parecido te encontrarás aquí.
Un poco más tarde se acercó otro hombre y le preguntó lo mismo:
- Acabo de llegar a la región, ¿cómo es la gente que vive aquí?
- Dime amigo, ¿cómo era la gente del pueblo de donde vienes? - respondió el anciano
- Eran buenos, acogedores y honrados. Tenía allí muy buenos amigos, y me dolió mucho tener que dejarlo.
- Lo mismo encontrarás aquí. Ya lo verás. Buena gente.
Un comerciante cercano que había oído las dos conversaciones se acercó al anciano y le reprochó:
- ¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente distintas a la misma pregunta que te han hecho dos personas?
- Cada uno llevamos nuestro universo en el corazón. Y el que lo abre, cambia su mirada sobre los otros.
Nosotros vemos lo que vemos a partir de lo que somos. Hay personas cuya vida es una queja constante, y hay personas que atraviesan su existencia con cierta dulzura. La esperanza y el amor que tenemos en nuestro corazón transforman completamente nuestra visión del mundo. ¿Has pensado qué vas a hacer este fin de semana para regarlas un poco y que te sigan ayudando a ver el mundo con ojos dulces?

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