Revista Cómics

No me prives de tu piel, de Patricia Geller

Publicado el 31 enero 2017 por Belldandy @belldandy_18
No me prives de tu piel, de Patricia GellerSiguiendo el Desafío Curioso, uno de los puntos fáciles de cumplir de primeras era el de novela que empezase por la letra "N" y, entre las opciones que tenía, por variar un poco de mis últimas lecturas, un poco de romántica adulta me apetecía... y no he podido elegir PEOR. Para que os hagáis una idea, veo la novela al nivel de basura tóxica que Cincuenta sombras de Grey... y diría que es hasta más vomitiva. Para desahogarme y explicar todo lo que he llegado a leer que me parece mal, aviso de entrada que va a estar plagada de spoilers.

Argumento

No me prives de tu piel, de Patricia GellerEva necesita olvidar. Rota por una relación con un maltratador psicológico, sintiéndose menos que nada, decide acudir a un club privado y mantener relaciones a oscuras con un hombre al que no puede ponerle rostro. Con este hombre, Torres, consigue conectar y, a partir de ese día, se repetirán los encuentros en casa de éste. Ambos necesitan cerrar sus respectivas heridas y, en medio del sexo, sentimientos  más intensos empiezan a surgir. Sin embargo, son conscientes que esos extraños encuentros tienen fecha de caducidad... y el final llega de la peor manera posible.
Cuando sus caminos vuelven a encontrarse, Leonardo Ferrer le oculta su identidad, dispuesto a enmendar los errores de su pasado en común. Ante ella será primero un cliente de su inmobiliaria y después el amigo y socio de Eloy, pareja de Pam, la mejor amiga de Eva. 

Sin embargo, Eva ya no es la de antes. Por un lado baila los fines de semana en un club privado, frente a decenas de hombres que babean por ella, pero por otro es fría y desapasionada, pues guarda profundas heridas externas e internas de la noche que rompió su relación con ese misterioso hombre al que no llegó a ver nunca la cara.
Reseña

Os voy a comentar una cosa: he empezado esta reseña cuando llevo 125 páginas leídas y un cabreo que va en aumento. Capítulo a capítulo se van sumando detalles que me van mosqueando cada vez más. Soy feminista y no puedo tragar con una supuesta historia de amor con tantos puntos tóxicos. Estoy harta que se venda como romántico a un tipo que no acepta un no, que perpetua la idea de que las mujeres acabamos cediendo a lo que quieran los hombres, que durante una relación sexual, aprovechando que ella tiene los ojos vendados, pone una cámara a grabar (es decir, sin su consentimiento), o que es un niño pijo, mimado que, si sucede algo que no le gusta, "se enfada y no respira", tratando de malas maneras a la chica. Dejo aquí esta primera parrafada. Voy a seguir con la lectura y, si la cosa no cambia, será un libro abandonado.

Antes de seguir, os explico la estructura del libro: éste alterna capítulos en los que narra Eva, en el presente con otros que son de Leo, en el pasado. Llegado cierto punto, la narración en pasado por parte del Leo alcanza el momento en que comienza la novela: en el club donde Eva baila y la reconoce.Bien, estoy alrededor de la página 200 y Leonardo sigue dando asco. En realidad, va a más la cosa. Por poner un ejemplo significativo: en el presente, le coge a Eva, sin pedir permiso y sin que se entere (porque está dormida), las llaves de su casa. Si esto no es ya para llamar a la policía por acosador no sé yo... Y aún se pone mejor cuando llega a ciertos hechos del pasado, en el que nos demuestra que es un miserable que no tiene ni idea de cómo funciona una relación de maltrato, tóxica, ni tiene la empatía para intentar entender: "¿Y con qué clase de cerdo había compartido cama y vida? Quizá Eva no era la mujer que yo pensaba, pues se sometía a alguien y su vida estaba tan vacía que por eso me buscaba". Pobre hombre que la chica que le gusta no es tan pura ni tan perfecta como quiere. Os traduzco: "Qué puta y estúpida por haberse acostado con otro que encima era un novio maltratador, con lo bueno que yo soy". Es tan bueno que... "De lunes a jueves la llamaba a todas horas. Quería saber dónde y con quién estaba (...). Me encelaba el hecho de saber que otros estaban cerca de ella y yo no podía estarlo. No era nada celoso, ni lo hubiera sido si hubiéramos mantenido una relación normal". Ajá, claro que no, campeón, no eres para nada celoso, eres un maldito acosador pero no eres celoso. Un aplauso. En la cara. Con los puños cerrados.

No me prives de tu piel, de Patricia Geller
Pero llegamos al momento culmen: el día que rompen la relación en el pasado y que le produjo heridas de todo tipo a Eva. Resulta que, tiempo atrás, el ex-maltratador la llevó a ser sumisa hasta el punto que casi consiguió forzarla a que se acostara con otro hombre ¿Y qué hace nuestro maravilloso protagonista cuando Eva le cuenta este hecho doloroso y vergonzoso? En vez de indignarse con el ex, la mala es ella por... ¡haberle engañado! Es que no puedo con semejante... Recordemos que él no es celoso, ¿eh? Alguien celoso no le importaría con quién tuvo relaciones antes de conocerle ¿verdad? Ni con cuantos ¿a que no? Y mucho menos si encima eran forzadas ¿VERDAD? Acto seguido está tan cabreado que se la folla (nada de "hacer el amor") violentamente, haciéndole DAÑO con la propina de unos latigazos en la espalda que le dejan cicatriz. "Yo no era así y POR SU CULPA me había dejado arrastrar". Qué huevazos y qué asco me está dando este protagonista... Y luego está sorprendido cuando, en el presente, descubre que Eva es incapaz de tener sexo, que es "frígida".

La cosa sigue y llegamos al punto en que Eva descubre que el tal Leo de su presente, ese que tanto insistía en tener sexo con ella y después curarle las heridas de su pasado, es el mismo Torres de entonces: no sólo rememora la violación de éste (porque fue eso, no nos engañemos), los latigazos que le marcaron la espalda, que nada más salir de su casa la asaltó un borracho (no hace falta ser un genio para saber que no será un desconocido de la trama sino que tendrá nombre propio) que intentó violarla y, al no lograrlo, le dio una cuchillada en la ingle y, aunque le llamó a gritos, no se dignó en asomar su cara o que, entre unas cosas y otras, tuvo un aborto. Página 260 aproximadamente. Al libro le quedan otras 200 páginas para que el odio que ella siente por el Torres de antes y la manipulación del Leo de ahora vuelva a convertirse en amor. Y me niego a leer más. Lo abandono en este punto. No puedo más. 

Me niego a ver cómo acaban acaramelados después de tanta toxicidad y de tener a un personaje que supera de lejos al capullo de Grey. Y, joder, a controlador no le ganaba nadie, pero lo de este Leo es vomitivo a otro nivel porque al menos Grey reconocía tener sus "sombras". Leo encima actúa como si la víctima fuese él y se envalentona gritándole a Eva cuando, por hacerle rabiar tras descubrir la verdad, le dice que volverá con su ex. "Piénsalo bien, y no es una amenaza, pero si te vas con él no vuelvas. De poco me va a importar el amor que te tengo ¡o lo arrepentido que estoy del daño que te hice!". "¡Te arrepentirás! Como yo no te querrá nadie. No lo olvides. Nadie". Ojalá le hubiese respondido algo como: "Sí, habrá alguien que me querrá como merezco: yo misma".

Hay algo terriblemente mal en quien confunde "intensidad" con "toxicidad". Un romance puede tener altibajos, momentos tensos y un largo etcétera pero lo que no puede ser es venenoso y éste lo es. Y algo venenoso NO puede ser romántico. Leo es un hombre para tener cuanto más lejos mejor. Es desconfiado, celoso, mentiroso, controlador, manipulador y violento. No deja de ser un niñato malcriado que sólo acepta que las cosas sean como él las imagina, sino se rebota y... mejor no estar cerca entonces.

En cuanto a Eva, sin ser un personaje que me haya gustado, con su historia sí se puede llegar a empatizar. Es una mujer que por temas familiares lo pasó mal, acabó en una relación tóxica y los hombres (bueno, el hombre, aunque durante un tiempo ella no sabe que son la misma persona) en los que se apoya para dejar atrás su pasado son cada vez peores. Por ella completaría la lectura, pero sólo si el final fuese uno en que le da la patada a todos los hombres de su vida: Leo, su ex Abel (que reaparece en lo que queda de libro para encelar a Leo y algo más) y su jefe en el club de baile, Oliver (otro que no sabe entender que no es no). Sería una gran novela de autosuperación que se convirtiese en una mujer que no necesita de hombres para superar los desengaños anteriores. Y ni siquiera tendría por qué acabar sola rodeada de gatos, con conocer a un hombre que no fuese una mierda con patas ya iría bien. Pero me niego a seguir con una lectura que va a llegar a un final feliz con Leo mientras, por el camino, se quiere hacer la mala con una "venganza". Más toxicidad no lo tolerarían mis neuronas.

Otros detalles que... NO:

- No puede faltar el episodio de rivalidad femenina y celos gracias a la presencia de una tal Sarah. Toma cliché. 
- Gato de la protagonista que se llama "Miau". Sin comentarios (aunque me han dicho por Twitter que hay gente que pone nombres así pero, no sé, es una novela ¿hola, imaginación?).
- ¿Las referencias románticas son Dani Martín (sí, el ex-vocalista de El canto del loco) y Amanecer (sí, de la saga Crepúsculo)? Vamos apañaos...
- Exceso de escenas eróticas. Sí, sé el género en el que estamos pero muchas de ellas sobran.

En definitiva, con más de medio libro leído y viendo por dónde va la cosa (al final he leído en diagonal algo más y, se confirma todo lo que era mínimamente previsible), ya he tenido suficiente. Alejaos de este libro como de la peste. Hay historias eróticas que no necesitan caer en tanta basura para dar una historia intensa.

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